sábado, 23 de junio de 2012

Del penalti (fallido) de Ramos a la mecánica newtoniana [II]


(Continuación) Pero de lo que no hay duda es que pasan. Y en este caso lo ha hecho de la mano de un profesor universitario de Física, que lo ha convertido en pregunta de examen. Así que ya lo ven.

Del campo de futbol al aula de universidad. De penalti fallido a pregunta de examen. De balón por las nubes a problema sobre la mesa. Es estupendo.

Un estupendo y magnífico botón de muestra de que la escuela no cabe en los límites estrechos del aula. Bueno, pues ya lo saben. Entre futbolista y profesor anda el juego. Deporte y ciencia de la mano. Y del pie, claro.

No sé qué pensarán ustedes, pero a mí me gusta. La veo una interesante jugada pedagógica. Por si no están al tanto se la expongo a continuación.

Segundo tiempo: el científico 
Aunque en honor a la verdad hay que decir que no es la primera vez que se utiliza el futbol como motivo de estudio científico en la universidad, lo cierto es que ésta de hoy, como herramienta de evaluación, es magnífica. Vean si no.

Hace unos días, apareció publicado que en un examen de tercero de Física en la Universidad de Madrid, una de las preguntas tenía el siguiente enunciado:


Sergio Ramos, presa del pánico por la responsabilidad que tenía en sus botas, calcula mal los parámetros de un penalti y el balón, de masa m, es lanzado formando un ángulo π/4 con la vertical y con una velocidad igual a la mitad de la velocidad de escape. El balón nunca llegó a la portería contraria.

Suponiendo conocido el radio y la masa de la Tierra, RT  y M respectivamente, y despreciando la rotación de la Tierra y el rozamiento del aire:

a) Calcule las constantes del movimiento del balón.

b) Si la estación espacial internacional describe una órbita circular de radio de 3RT, ¿deben temer sus ocupantes un posible impacto del balón?



Bien, qué me dicen. A que es bueno. Futbolista, portero, balón y penalti del lado deportivo. Y alumno, profesor, problema y examen del lado universitario. Todo junto, bien revuelto y cada uno a su tarea.

Chutar y detener unos. Resolver y corregir otros. Cada cual lo suyo, como debe ser.

Es lo que faltaba por ver en el mundo del fútbol y la Facultad de Física. Pero una buena prueba de que, casi todo, se puede utilizar para aproximar los conocimientos. Para enseñar a aprender. Para aprender a aprender.

Claro que habría que ver lo que pensaron los examinandos nada más verlo. Me imagino sus caras de asombro y el intercambio de sonrisas nerviosas. Sin duda alguna, la gran mayoría de los alumnos lo encontró ocurrente, curioso y, si me apuran, hasta gracioso. (Continuará)

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