De un lado la inefable Ángeles González-Sinde, por aquel entonces ministra de la cosa esta de la cultura zapaterina y la cuota femenina. En fin. La dejaremos estar.
Total, ¿quién es González-Sinde?
Y del otro la ínclita bioquímica Margarita Salas (1938), primera mujer que preside el jurado del Premio, designada por la Real Academia Española. A ella, desde luego que no la dejaremos estar. Máxime siendo quien es.
Pero no es ahora el momento para hablar de Doña Margarita Salas. Por categoría humana, talla profesional y nivel científico, a nadie escapa que se merece todo un enroque. Lo que ocurrirá a no tardar. Seguro.
Y volviendo a Parra y su Cervantes, la segunda de las circunstancias de las que les hablaba la encontramos en el propio poeta. Resulta que no ha venido a España a recibirlo.
Un hecho que bien pensado, suena lógico.
Su avanzada edad (97 años) no hacía aconsejable el largo y cansado viaje desde el nuevo mundo.
En su lugar lo hizo su nieto Cristobal Ugarte. De modo que no ha venido porque no ha podido. Normal
Tampoco se leyó el obligado discurso de agradecimiento del galardón, que realiza 'ex profeso' el premiado. La razón es que el anciano poeta no lo tiene aún preparado del todo, por lo que ha pedido un año de prórroga para terminarlo. Humano.
En su lugar su nieto leyó una introducción, realizada por el propio poeta eso sí, a una selección de poemas suyos. Entre ellos 'El hombre imaginario', 'Un día feliz', 'Soliloquio del individuo', 'Manifiesto' y 'Defensa de Violeta Parra'. Es la tercera de las circunstancias. Y Violeta Parra su hermana cantautora.
Claro que por no ir, tampoco fueron los Reyes de España. Oficialmente, ya saben, la desgraciada caída de rey Juan Carlos I y su posterior operación de cadera lo han imposibilitado.
En su lugar los Príncipes de Asturias hicieron los honores. Y es la cuarta ya.
Para ir acabando les diré que Parra es el autor más veterano en ganar este galardón que, como bien saben, es el más importante de las letras hispanas.
Está dotado con ciento veinticinco mil euros (125000 €) y se le considera como el Premio Nobel de las letras castellanas. Podría ser.
Pero no quedan aquí las singularidades de este Cervantes literato de 2011 que, por otro lado, no pasan de ser anécdotas y, ni de lejos, justifican la presencia de esta entrada en un blog que pretende pasar por divulgador de ciencias. Claro que no.
Me resta por contarles una más, que ya sería la sexta, algo que no deja de ser irrelevante, si no fuera porque presenta una diferencia relevante con las anteriores. Ella sí tiene rango de categoría científica.
Y con ella completamos la manita, ya media docena, de circunstancias de las que les hablaba más arriba, a propósito de este poeta con circunstancia científica. (Continuará)
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