Los diversos colores registraron cantidades similares de ataques por parte de los animales naturalmente, eso sí, según su bravura y, por supuesto, si éste se agitaba y en qué grado.
Vamos que si no hay movimiento del trapo o cambio en su brillo, el toro ni se inmuta.
Por cierto que con estos estudios se descalifica lo que podría considerarse, un supuesto basamento científico de esta credulidad errada acerca del rojo. Aunque no muy extendida, existe la opinión de que el toro embiste al rojo porque es el único color que es capaz de distinguir.
Una supuesta fundamentación científica que queda desmentida por la razón de las pruebas. Es lo que tiene la ciencia.
Lo que dice el programa ‘Cazadores de mitos’ sobre el color rojo y los toros
Les supongo al tanto del programa televisivo estadounidense ‘Mythbusters’. De todos es conocido el particular granito de arena aportado por Discovery Channel, en ese intento colectivo de divulgar las ciencias. Realizado y protagonizado por expertos, pretende poner a prueba cualquier credulidad popular que consideran conveniente, sometiéndola, según ellos, al método científico.
Y en la temporada de 2007 le tocó al asunto que nos lleva. Si el toro embiste al color rojo.
Resulta que no he tenido ocasión de verlo, por lo que no les puedo dar mi opinión. Lo que sí les puedo decir es que, por otros programas que sí he visto, no siempre los “cazadores” andan fino en lo que respecta a las condiciones de sus experimentos y las conclusiones que extraen de ellos.
Vamos que habría bastante que discutir sobre ellas (condiciones y conclusiones). Quedo a la espera de sus comentarios.
La historia del color de la muleta
Todo hace indicar que no fue hasta comienzos del siglo XVIII, cuando los matadores empezaron a utilizar el color rojo en el trapo, para sus faenas con el toro y que, hasta entonces, había sido blanco.
No quisiera acabar esta credulidad sin ampliar en algo, lo que les apuntaba más arriba acerca del color de la muleta.
La razón del cambio es posible que se deba, tanto a que este color contribuye a disimular las manchas de sangre, como a su gran visibilidad y agresividad.
Lo que, sin duda alguna, aumenta el dramatismo de una corrida de toros. Un aspecto a considerar, dado que se trata de un espectáculo
Por otro lado, el motivo de mantener el color rojo desde entonces, la verdad es que se me escapa. Probablemente, y conocida la idiosincrasia de este mundo, la causa sea la tradición. Aunque no lo puedo afirmar. Pero es que tampoco encuentro otra razón.
Como tampoco la hallo para otra credulidad falsa y relacionada con esta misma temática taurina. Una que plantea justamente todo lo contrario de lo que les acabo de contar (Tiene que haber gente pa tó).
Viene a decir que los toros no embisten al rojo por la sencilla razón, ahora, de que sólo ven en blanco y negro. Una nueva aseveración que, en apariencia, se presenta con una base más fundamentada que su opuesta.
Ya veremos.
Interesante pero incompleto.
ResponderEliminar¿Continuara?
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