domingo, 13 de mayo de 2012

El cuadradito rarito (II)

(Continuación) Los que saben de la cosa aconsejan implantarlo para pequeñas tareas y analizar con detenimiento las mejoras reales que nos ofrece su uso. Sólo si resulta positivo debemos dar el siguiente paso a una tarea más compleja. Ustedes mismos verán.

¿Cuáles pueden ser algunas de esas utilidades? 
Por ejemplo, si el código QR está en un anuncio de lo que sea, nos podrá llevar a una página web en la que se nos informa de las ofertas existentes.

O si está junto a un artículo en el escaparate de una tienda, podremos albergar en él información de dicho producto y, por qué no, un enlace a una tienda online, en la que el usuario pueda comprarlo aunque la tienda física esté cerrada.


Claro que también podría estar impreso en las reservas de una aerolínea guardando todos los datos que deseemos del viajero y vuelo.

O si tenemos ordenados una serie de productos en las estanterías de un almacén, la imagen del código QR de un producto que, por ejemplo, se nos esté agotando, nos permitiría en un pis-pás toda la información necesaria para reponerlo.

Incluso se puede insertar un QR en las tarjetas de presentación. En él podremos recoger toda la información de contacto que queramos, y nos evitaremos la molestia de tener que teclear direcciones.

Ya existen empresas de servicios encargadas de llevar mantenimientos que utilizan estos códigos para organizar el trabajo, mediante la inclusión en los mismos de toda la información acerca de los últimos trabajos realizados.

En definitiva, las posibilidades que nos ofrecen los QR tienen principio pero no parecen tener final. Aunque ya veremos, que en la tecnología como en la vida, las cosas dan muchas vueltas. Y nunca se sabe dónde iremos a parar.

Aunque eso sí, no se debe dejar de lado un aspecto fundamental del asunto. Para poder aprovechar las muchas posibilidades que nos ofrecen estos nuevos códigos con la información que albergan, antes debo conocerla.

Es decir, necesitamos de un dispositivo que nos permita leer la información contenida en ellos.

¿Cómo leer la información de un código QR? 
De entrada necesitamos un móvil inteligente de última generación (son los únicos, por ahora, capaces de hacer esta lectura). Después nos bajaremos, de forma gratuita, una aplicación que los lea. Y por último enfocaremos el cuadrado con la cámara del móvil. Listo.

Como pueden ver, visto y no visto.

Y hablando de visto. No les he contado que la primera vez que me fijé en estos cuadraditos raritos fue cuando, a primeros del abril pasado, el ministro Cristobal Montoro presentó los Presupuestos Generales del Estado. (Continuará)

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