De todo se dice y habla en torno al nacimiento y desarrollo de un bebé. Y aunque un hijo es una pregunta que le hacemos al destino, no es poco lo que sabemos de ellos desde que nacen o incluso antes.
Mucho resulta ser cierto, pero también hay inexactitudes, mitos. Credulidades que, es verdad, ya casi nadie se toma al pie de la letra. Pero no lo es menos que, de una forma u otra, influyen en nuestra percepción sobre algunos aspectos de los niños.
Como, por ejemplo, ocurre con el color de sus ojos.
Es de las primeras cosas en las que, nada más nacer, se fijan los padres: el color de ojos del neonato. Algo en lo que, además, coinciden casi todos y me refiero a los niños.
Por lo general la gran mayoría de los seres humanos, en el momento de su nacimiento, tienen los ojos azules. Aunque en realidad, si se mira con detalle, presentan más bien un color gris azulado, cuando no un gris neutro ¿A qué es debido esta generalidad?
Bueno antes de empezar, quizás, convendría recordar algo de lo que aprendimos en nuestra etapa escolar acerca del ojo.
Como que el iris es la parte más visible del ojo y la que aporta el color característico de éste. O que se encuentra por detrás de la córnea y delante del cristalino.
Y que se trata de un tejido fibrovascular, es decir, que tiene tanto un componente muscular, como pequeños vasos sanguíneos. Bueno, decir también que se halla tapizado en su zona posterior por una capa de un pigmento llamado melanina.
Justo donde nos vamos a detener, por ahora, en este repaso escolar. Porque va a ser la concentración de melanina presente en el iris, uno de los factores que juegue un papel más importante, en el futuro color de los ojos de una persona.
Aunque hay otros factores que también intervienen. Entre ellos los elementos fibrovasculares mencionados anteriormente.
Y ahora sí, ¿por qué los niños nacen con los ojos azules?
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