De tonta la pregunta no tiene nada y mucho menos tiene de fácil su respuesta.
Si las telas de araña tienen distintas sustancias pegajosas para capturar a sus presas, que, una vez atrapadas, son incapaces de escabullirse de su trampa mortal, ¿por qué las arañas no se quedan atrapadas en su propia tela?
Esta aparente paradoja viene a ser la inversa de la que ya vino al blog programa hace un par de años relacionada con el teflón y las sartenes antiadherentes. Si el teflón es totalmente antiadherente ¿cómo consiguieron fijarlo a la sartén?
Bueno pues lo mismo, pero al revés. Siendo las telarañas tan pegajosas, ¿cómo logran las arañas no quedarse atrapadas en su propia trampa?
Hasta hace bien poco, lo cierto es que los investigadores tenían una hipótesis sencilla y simple. Se suponía que las patas de las arañas estaban recubiertas de una sustancia digamos “insensible” al componente adherente de su seda. Una razón única y evidente.
Entre Costa Rica y Panamá
Pero recientes investigaciones han demostrado que nada de eso. Utilizando viejas metodologías y tecnologías modernas, se ha podido demostrar que la respuesta total, como suele suceder, viene de la mano de una combinación de diferentes respuestas parciales. Unas asociadas a singulares características anatómicas del animal y, otras, relacionadas con su fisiología.
La respuesta científica de la que le hablo, nos viene de ultramar, de América Central. En concreto de dos países vecinos: Costa Rica y Panamá.
Científicos del Smithsonian Tropical Research Institute en Panamá y de la Universidad de Costa Rica parece que han encontrado el motivo. Bueno los motivos, porque encontraron hasta tres. La cubierta de pelillos de sus patas. La sustancia química que los envuelve. Y su peculiar forma de caminar sobre la telaraña. (Continuará)
Muy interesante y científico
ResponderEliminarTiene aquí algo que ver Spiderman
ResponderEliminarComo va atener que ver si spiderman no existe
ResponderEliminarCuando va acontinuar
ResponderEliminar