(Continuación) En lo que respecta a la figura -al aspecto exterior de la misma, lo que se ve vamos- ya sabemos que su responsable fue el escultor Frederic A. Bartholdi, quien desde el principio supo a qué problemas se tenía que enfrentar.
La estatua debería ser realizada en un material que, por un lado, fuera muy resistente a la intemperie ya que estaría permanentemente expuesta a los embates del mar.
Y, por otro, tendría que ser también lo suficientemente ligero, como para que pudiera ser transportada por barco a través del Océano Atlántico.
Se inspiró en el legendario Coloso de Rodas, la gigantesca estatua del dios griego del Sol, Helios. La que se erguía a la entrada del puerto de Rodas, allá por el siglo V, y está considerada una de las “siete maravillas del mundo”.
Una estatua de la que se sabía que era hueca y estaba revestida de la aleación conocida como bronce, de bronce fundido.
Nuestro escultor aprovechó la primera idea, la de una cobertura sobre un armazón interior. Pero sustituyó la aleación de bronce por finas láminas de cobre. Un metal ligero y algo flexible.
Construyó un modelo en yeso, a escala de la estatua, de 11 m de altura, y lo dividió en secciones que forraría de cobre.
Llegaría a necesitar trescientas (300) láminas de cobre para darle forma al cuerpo de la divinidad. Unas láminas de 2,4 mm de espesor que tendrían que ser realizadas una a una.
Y para ello utilizó la técnica del repujado. Una técnica consistente en darle forma al metal, martillándolo sobre moldes de madera. Unos moldes que naturalmente tuvieron que ser esculpidos, también uno a uno previamente, a partir de las secciones de la estatua.
De este preciso trabajo se hizo cargo el ingeniero Maurice Koechlin, hombre de confianza de Gustave Eiffel, y que también colaboraría con él en la construcción de la Torre Eiffel.
Por fin aparece el señor Eiffel en el proyecto estadounidense. Porque, ya lo hemos comentado, la estatua hueca tendría que estar apoyada en algún tipo de soporte que estuviera en su interior.
Una especie de percha que, como es lógico, no estaría a la vista y que alguien tendría que diseñar. (Continuará)
Muy curioso todo lo de la Estatua de la Libertad
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