viernes, 3 de febrero de 2012

Otras situaciones de resonancia

Les decía más arriba que en otras estructuras físicas, además de la de la copa, se podía producir también una situación resonante. Y les citaba, por ejemplo, los puentes.

Me vienen a la cabeza dos. Uno, el puente de Tacoma sobre el rio Narrows en los EEUU  y las peligrosas contorsiones que le hicieron caerse el 7 de noviembre de 1940.

Otro, el puente de Broughton en Manchester, Inglaterra, cuando en 1831 se colapsó a raíz del paso en formación de una tropa de soldados.

Y ahora que lo pienso, ¿podría estar relacionado el fenómeno de la resonancia, con la bíblica caída de los muros de Jericó bajo el sonido de los cuernos y voces de los israelitas?

Claro que también, ahora caigo en que no les he diferenciado cristal de vidrio. Mejor dicho, ¿es lo mismo vidrio que cristal?

Y además no les he dicho nada sobre los ‘Cazadores de mitos’, el programa de televisión que desmentía el anuncio de la cinta de audio.

Bueno pues ya tenemos trabajo. Lo empezaremos con el puente de Broughton.

La historia del puente de Broughton
En realidad no hay mucho que contar.

Según los datos documentales existentes, en 1831, el puente colgante de Broughton en Manchester, Inglaterra, entró en colapso estructural cuando unos setenta y cuatro (74) soldados marcharon sobre él marcando el paso.

Afortunadamente no hubo muertos y sólo veinte (20) soldados resultaron heridos. De este accidente proviene, precisamente, la imposición vial de que los soldados deban romper el paso al cruzar un puente.

Casi desde el principio, la rotura del puente, se atribuyó al fenómeno de la resonancia, sin embargo, los datos aportados por recientes investigaciones, parecen apuntar en otra dirección.

Estas investigaciones revelan que todo empezó porque uno de los tornillos de anclaje del puente se soltó del apoyo. Al parecer por doble motivo: mala fabricación del tornillo y  mala construcción del anclaje.

Dos requisitos necesarios para que se produjera el accidente. Necesarios pero no suficientes. Hacía falta un factor más.  Factor que, para los autores de este estudio, bien pudo ser el aumento del peso del puente por los 74 soldados.

Sin necesidad del fenómeno de la resonancia.

Y en éstas estamos. Ni unos ni otros han podido demostrar experimentalmente su hipótesis.

Lo que sí ha quedado en la memoria popular es que los soldados cuando cruzan un puente no deben marcar el paso. Pero en realidad no sabemos si es cierto. Qué cosas.


2 comentarios: