Así son conocidas, desde el respeto y el cariño, estas tres mujeres.
Jane Goodall
que estudió a los chimpancés, y que
ya ha venido al blog. Dian Fossey
que dio su vida, en el sentido literal de la expresión, por los gorilas y Biruté Galdikas que está dedicada a los orangutanes.
El viejo Louis Leakey sabía, que por los fósiles,
se podía determinar tanto la apariencia física como de qué se alimentaban
nuestros ancestros. Pero pensaba que sólo estudiando a sus parientes vivos más
cercanos, podríamos hacernos una idea más exacta de su comportamiento social.
También sabía
que las mujeres son mejores observadoras que los hombres. Son más pacientes.
Tienen más capacidad. Y están dotadas de una especial sensibilidad, para este
tipo de trabajo con animales.
Él lo vio claro.
Ellas debían realizar el trabajo.
Dos apuntes
irónicos
Dos apuntes
irónicos a este respecto.
Uno. Es probable
que Leakkey nunca leyera a F. Nietzche,
y su idea acerca de los monos. Recuerden. Para el filósofo los monos eran
demasiado buenos como para que el hombre pudiera descender de ellos. No sé yo.
Otro. Una
reflexión hiriente: ¿Puede que el hecho de que las mujeres sean tan buenas
estudiando a los grandes monos en la selva, se deba a que han adquirido mucha
experiencia observándolos en casa? Lo dejo ahí.
Hace seis
millones de años, hombre y mono cogieron caminos diferentes. Desde anteayer
como quien dice, sabemos que constituimos un único género -‘Homo sapiens’ nosotros, ‘Homo
troglodytes’ ellos-.
Proyecto
Gran Simio
Y hoy, el ‘Proyecto Gran Simio’ con sus insólitas
implicaciones se abre camino.
Salvo lo que
para los monos pueda traer de salvaguarda de su integridad, libertad y vida,
¿estarán conformes con la igualación humana?
No olvidemos que
otro filósofo, R. Descartes, tuvo
envidia de los monos. Resulta que se enteró que a unos misioneros les habían
contado unos indios, que los monos hablaban. Pero que no se dejaban sorprender
hablando entre ellos, porque estaban seguros de que entonces los hombres les
harían trabajar.
Y él se lo
creyó. A saber lo que de verdad piensan.
En cualquier
caso, ¿saben los monos que están al borde de la extinción? ¿Pueden comprender
que se acaban?
Yo vi la pelicula de goodall pero no me gustó
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