Como ya se podrá imaginar, no disponemos de ninguna prueba científica ni del instante, ni del
lugar en el que nuestros ancestros realizaron por primera este íntimo y
compartido acto, hace millones de años.
De lo que sí
tenemos prueba documental es de su primera mención. Un texto antiguo que data del
1500 aC., incluido en el Atharva-Veda,
los textos sagrados en sánscrito que dan origen a la religión hinduista.
Y desde finales
del siglo pasado, parece existir cierto consenso entre los antropólogos.
Besar era una
práctica común en el noventa por ciento (90%) de las culturas del mundo. Una
universalidad que hace pensar que se trata de una práctica humana con un origen genético y significado evolutivo.
Y aunque nos
estamos refiriendo en particular al beso, no debemos pasar por alto que éste
pertenece a una categoría más amplia de comportamientos similares, que incluye entre
otros el frotamiento de narices o el olfatear a otra persona, para establecer afecto,
intimidad, etcétera.
Lo que nos lleva
a preguntarnos, ¿por qué nos besamos?
Me gusta todo lo que esta escribiendo sobre el amor y el sexo
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