(Continuación) Volviendo a la referencia poética, el primero de estos poemas lo escribió en 1914, el
irlandés W.B. Yeats (1865-1939) y lo
tituló Los Magos.
Trece años
después, en 1927, el anglo-estadounidense T.S.
Eliot (1888-1965) escribía El viaje
de los Magos, quizás uno de sus mejores poemas y, probablemente, el mejor
de los tres mágicos.
En él se inspiró
el poeta sevillano de
la así llamada Generación del 27, Luis Cernuda (1902-1963), para escribir
La adoración de los Magos en 1940,
durante sus días de exilio en Inglaterra.
Como ven los tres
se refieren a ellos como magos, no como reyes ¿Qué fueron en realidad?
Ciencia y
religión
Pues vaya usted
a saber lo que fueron, dado lo poco que, a la vista está, sabemos de ellos a
ciencia cierta. Lo que sí hay es un detalle curioso en este asunto.
Es tan solo en
la cultura latina donde se les
consideran reyes o magos.
Magos entendidos
como representantes de religiones paganas de pueblos colindantes, que con su
comportamiento adelantan la aceptación por ellos de la religión católica. Todo
un simbolismo alegórico.
Sin embargo, en
la cultura sajona, los evangelios se
refieren a ellos como sabios, o
mejor aún, como hombres de ciencia.
Lo que no es de
sorprender dado cómo son los hijos de la Gran Bretaña para sus cosas. Lo
sorprendente es que esta última acepción la ha utilizado el Papa Benedicto XVI.
En efecto. Lo
hizo en la homilía de la misa de Epifanía del pasado 6 de enero. Y llama la
atención la abundancia de términos científicos y técnicos en su argumentario
religioso. Les extraigo:
“La
civilización occidental ha perdido la orientación, navega sin rumbo. Occidente
navega sin brújula”
“Cristo
es la verdadera supernova que guía
al hombre”.“Él es, por decirlo así, la explosión
del amor de Dios, que hace brillar en el mundo el enorme resplandor de su
corazón”.
“Los
Magos, como los santos, son “constelaciones
de Dios que nos muestran el camino”. “Los santos son estrellas de Dios que dejamos que nos guíen hacia aquel que anhela
nuestro ser”.
“Podemos
decir que eran hombres de ciencia,
…”
Con semejante
ponderación, estarán conmigo que no es de extrañar que el Papa terminara
poniendo a los Magos de Oriente como ejemplo a seguir, para los ¡obispos!
No sé que pensará
usted, pero tal vez sea ajustar demasiado.
Conste que comprendo
el interés papal por aproximar fe y ciencia mediante el símbolo de los
Reyes Magos. Es un buen táctico, dada la
vigencia de ésta y el desuso de aquella.
Pero nunca ha
sido fácil unir religión y ciencia, tradición y modernidad, sentimiento y
razón. Si se fijan bien, resultan ser casi oxímoros.
Con lo que estos tienen de imposibles.
No. No lo veo. Más
que un planteamiento científico me parece arte de birlibirloque.
¿Para qué
queremos tres hombres de ciencia más, con los que ya hay en el mundo? Que se lo
queden los ingleses con su pragmático talante.
Yo prefiero para
mis hijos, mis futuros nietos y todos los míos los de siempre. Los eternos Reyes Magos de Oriente, cargados de ilusiones,
juguetes y sueños. Yo sí.
¿Por qué no se escucha esradio?
ResponderEliminar