domingo, 15 de enero de 2012

Leyenda, historia y ciencia de los Reyes Magos (IV)

(Continuación) Por razones obvias de espacio, tiempo y especialidad no abordaremos en profundidad los detalles históricos y personales de esta aventura.

Sólo diremos que la expedición hacia las islas de los Reyes Magos zarpaba el 19 de noviembre de 1567 desde el puerto de El Callao en Perú.

Compuesta por dos naos, la capitana llevaba por nombre (no podía ser otro, dada la naturaleza de la expedición) Los Tres Reyes; y en su popa se podía leer el siguiente escrito:

“Los Reyes es nombre mío
 porque sea guía mía
 la estrella que fue su guía”.

Casi una profética declaración de intenciones.

Las islas de Salomón
Ochenta (80) días llevaban navegando por el Océano Pacífico, cuando avistaron tierra el 7 de febrero de 1568. Entraron en una bahía, que desde entonces se llama bahía de la Estrella, y pronto detectaron que estaban en medio de un numeroso grupo de islas.

Pensaban que habían llegado a la tierra de los Reyes Magos y habían recorrido siete mil (7000) millas para llegar a ellas. Sin embargo no tardaron en darse cuenta de que lo que veían, no era lo que esperaban encontrar.

Exploraron las islas durante tres meses y no hallaron ni rastro de las supuestas y abundantes riquezas anunciadas. Nada de oro, ni de piedras preciosas ni de marfil.

De modo que se volvieron a casa, aunque tardaron más de un año y medio en regresar al punto de partida. El 22 de julio de 1569 entraban en el puerto de El Callao.

Una hazaña considerable para una época ya de por sí, bragada y bregada.

De hecho, algunos historiadores comparan esta aventura con la realizada por los primeros hombres enviados al espacio, a mediados del siglo XX. Creo que no andan descaminados en la comparación, considerando que les separan cuatro siglos de desarrollo científico y tecnológico.

Contra todo pronóstico las tierras pasaron a ser llamadas Islas de Salomón y dejaron de ser una referencia geográfica al mito de Ofir.

Se perdió esa referencia geográfica pero permaneció el símbolo mítico. De modo que, sencillamente, se cambió la localización. Con el tiempo, y desde el punto de vista de la arqueología, la tierra de Ofir, ha sido ubicada hasta en cuatro puntos diferentes del planeta.

Al sur de Arabia, cerca del Yemen, en Omán; en la costa oriental de África, en torno a Somalia; en Upara; y al suroeste de Bombay. Ninguna  ha demostrado hasta ahora ser la auténtica tierra de Ofir.  

Y hasta aquí las referencias históricas. Las siguientes que me han venido a la mano son literarias y nos trasladan ya al siglo XX.

Poemario de Los Magos
Resulta sorprendente la vigencia de este mito. Y para muestra un botón. No faltan exégetas que incluyen entre los mejores poemas del siglo XX, tres inspirados precisamente por los Reyes Magos.

Bueno en realidad sólo lo llaman Magos.

Un viejo asunto el de su naturaleza. ¿Qué fueron: sabios, santos, hombres de ciencia, magos, adivinos, reyes? (Continuará)


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