(Continuación) Por razones obvias de espacio, tiempo y especialidad no abordaremos en profundidad los
detalles históricos y personales de esta aventura.
Sólo diremos que
la expedición hacia las islas de los Reyes Magos zarpaba el 19 de noviembre de
1567 desde el puerto de El Callao en Perú.
Compuesta por dos
naos, la capitana llevaba por nombre (no podía ser otro, dada la naturaleza de
la expedición) Los Tres Reyes; y en
su popa se podía leer el siguiente escrito:
“Los Reyes es nombre mío
porque sea guía mía
la estrella que fue su guía”.
Las islas de Salomón
Ochenta (80)
días llevaban navegando por el Océano Pacífico, cuando avistaron tierra el 7 de
febrero de 1568. Entraron en una bahía, que desde entonces se llama bahía de la
Estrella, y pronto detectaron que estaban en medio de un numeroso grupo de
islas.
Pensaban que habían
llegado a la tierra de los Reyes Magos y habían recorrido siete mil (7000)
millas para llegar a ellas. Sin embargo no tardaron en darse cuenta de que lo
que veían, no era lo que esperaban encontrar.
Exploraron las
islas durante tres meses y no hallaron ni rastro de las supuestas y abundantes
riquezas anunciadas. Nada de oro, ni de piedras preciosas ni de marfil.
De modo que se
volvieron a casa, aunque tardaron más de un año y medio en regresar al punto de
partida. El 22 de julio de 1569 entraban en el puerto de El Callao.
Una hazaña
considerable para una época ya de por sí, bragada y bregada.
De hecho, algunos
historiadores comparan esta aventura con la realizada por los primeros hombres
enviados al espacio, a mediados del siglo XX. Creo que no andan descaminados en
la comparación, considerando que les separan cuatro siglos de desarrollo
científico y tecnológico.
Contra todo
pronóstico las tierras pasaron a ser llamadas Islas de Salomón y dejaron de ser
una referencia geográfica al mito de Ofir.
Se perdió esa
referencia geográfica pero permaneció el símbolo mítico. De modo que,
sencillamente, se cambió la localización. Con el tiempo, y desde el punto de
vista de la arqueología, la tierra
de Ofir, ha sido ubicada hasta en cuatro puntos diferentes del planeta.
Al sur de
Arabia, cerca del Yemen, en Omán; en la costa oriental de África, en torno a
Somalia; en Upara; y al suroeste de Bombay. Ninguna ha demostrado hasta ahora ser la auténtica
tierra de Ofir.
Y hasta aquí las
referencias históricas. Las siguientes que me han venido a la mano son
literarias y nos trasladan ya al siglo XX.
Poemario de Los
Magos
Resulta
sorprendente la vigencia de este mito. Y para muestra un botón. No faltan
exégetas que incluyen entre los mejores poemas del siglo XX, tres inspirados
precisamente por los Reyes Magos.
Bueno en
realidad sólo lo llaman Magos.
Un viejo asunto
el de su naturaleza. ¿Qué fueron: sabios, santos, hombres de ciencia, magos, adivinos,
reyes? (Continuará)
¿POdtría escribir sobre la conquista del polo sur?
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