Creíble, pero incierto (III)

(Continuación) 5. Los ciegos, por el hecho de serlo, no oyen mejor. Tal como lo lee. 

No está demostrado que los invidentes gocen de una mejor capacidad, para identificar los sonidos, que las personas videntes.

Lo que sí lo está es que tengan una mejor memoria, en especial, para el lenguaje. 

Y también que sean más diestros en la localización de sonidos débiles, los de baja intensidad.

Por supuesto que ambas habilidades, junto a otras que desarrollan, pueden ayudarles a reconocer mejor todo aquello que les rodea. Pero de ahí a que oigan mejor, nada de nada.

6. No es cierto que escuchar a Mozart haga más listo a un bebé. Esta leyenda surge de una investigación realizada entre estudiantes de enseñanza superior, que lo único que detectó fue un efecto limitado de dicha capacidad. Sólo duraba una media hora. 

Después de ésta, adiós listeza.

Sin embargo, aprender a tocar un instrumento musical se asocia con un incremento de la capacidad  para el razonamiento espacial. (Continuará)