(Continuación) Pues detrás de todo lo contado se encuentra nuestra astrofísica. La científica
española más cercana a un Nobel de ciencias desde don Severo Ochoa. Un premio que parece resistirse a la ciencia
española.
Una resistencia
que, justo es decirlo, no es debida a nuestro nivel científico o formación. El
primero es muy alto y la segunda está más que reconocida en el extranjero. El
problema es otro.
Lo que falta es
apoyo logístico y económico para poder formar grupos de investigación amplios y
estables. Unas condiciones imprescindibles hoy día para obtener un buen
resultado.
En general la
investigación científica en España siendo funcionando, casi, a título
individual, y la mayoría de las veces, en condiciones más que precarias.
Unas
circunstancias que hacen imposible desarrollar líneas de trabajo del nivel que
exige la consecución de un Nobel en ciencias.
Por suerte o
desgracia, los tiempos de nuestros nobeles Ramón
y Cajal y de Ochoa son ya irrepetibles.
Mujer y Ciencia
Leo que a la
profesora Ruiz Lapuente no le termina de gustar la ciencia ficción, aunque
siente devoción por Stanley Kubrick
y su 2001, Odisea del Espacio.
Película que reconoce encaminó su vocación adolescente hacia la Astrofísica.
Un campo en el
que, al igual que en otros muchos, las mujeres deben seguir luchando por la igualdad y la rotura del techo de cristal profesional.
El equipo en el
que trabaja lo constituyen una treintena de investigadores de los que sólo seis
mujeres. Es decir alrededor de un 20%. En Ciencias
Físicas apenas supera el tercio de mujeres. Sin duda la igualdad sigue
siendo una asignatura pendiente en el mundo científico.
Del techo de
cristal, mejor ni hablamos.
Una temática muy interesante la de estas últimas entradas.
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