Por supuesto que sí. La Unión Soviética piensa que la desaparición en 1981 de su satélite Cosmos 1275, fue el resultado de un
impacto con basura espacial.
Pero el primer
caso del que se tiene constancia fehaciente no se produjo hasta julio de 1996,
cuando un satélite espía francés fue golpeado por un trozo de metal que se
desplazaba a 50 000 km/h.
El satélite era
el Cerise, de unos 50 kg, que había
sido lanzado el año anterior para realizar escuchas de las comunicaciones
electrónicas de los Gobiernos extranjeros. O sea un satélite espía.
El cuerpo que le
golpeó, del tamaño de un paquete de cereales, fue un trozo de un impulsor
auxiliar del Ariane que había sido
lanzado en 1986. No obstante, a pesar de los desperfectos, el Cerise prosiguió
su misión.
Conocida es
también la colisión que se produjo entre satélites en 2009. La primera gran
colisión entre satélites artificiales orbitando la Tierra.
Tuvo lugar el 10
de febrero, a las 16:56 UT y a 776 km sobre la Península de Taimyr (Siberia).
En ella quedaron destruidos los satélites Iridium
33 y Cosmos 2251.
Hasta la fecha,
los estadounidenses no creen que se haya perdido ninguna nave a causa de la
basura espacial. Aunque en más de una ocasión se han pasado momentos de apuro
en la estación espacial.
La primera
maniobra reconocida de evitación de una colisión de la lanzadera espacial fue
durante en septiembre de 1991. Hubo que realizar un encendido del sistema de
control durante 7 segundos, para evitar un posible encuentro con restos del
satélite Kosmos-955.
De otras
maniobras de evasión espacial ya dimos cuenta en el blog.
La más reciente
tuvo lugar en marzo de 2009, cuando los restos de un satélite desechado que,
afortunadamente, pasaron de largo, provocaron la evacuación de la estación,
teniendo los astronautas que refugiarse en la cápsula rusa Soyuz.
Con
anterioridad, en junio de 2006, una pieza, identificada posteriormente como
componente de un satélite militar estadounidense fuera de servicio, pasó a tan
sólo dos kilómetros de la estación.
La situación de
alarma generada obligó a iniciar los preparativos para una evacuación de
urgencia. Por suerte también, el acercamiento concluyó sin incidentes.
Los expertos
reconocen que hacer frente a este problema es complicado y costoso, por lo que
sería necesario que los investigadores idearan nuevos métodos para solucionar
este nuevo problema derivado de la contaminación espacial.
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