No me digan que la
pregunta no tiene su aquel y está, además, bien traída.
Lo digo, más que nada, por todo lo que llevamos hablado de colores, piel y pelaje.
Lo digo, más que nada, por todo lo que llevamos hablado de colores, piel y pelaje.
Por si no ha caído aún
en el detalle les pongo en antecedentes.
Si bien durante el verano los osos polares son vegetarianos, cuando llega el invierno las plantas desaparecen y, entonces, se deben alimentar de focas y peces.
Si bien durante el verano los osos polares son vegetarianos, cuando llega el invierno las plantas desaparecen y, entonces, se deben alimentar de focas y peces.
No olvidemos que estos
animales pueden llegar a medir hasta tres metros (3 m) de altura puesto sobre
sus dos patas y tener una masa, en el caso de los machos, de hasta seiscientos
kilogramos (600 Kg).
Una envergadura que
dificulta no poco el poder ocultarse para acechar a sus presas.
Y aquí es donde juega
un papel importante el color blanco del pelaje. En realidad no necesita
ocultarse ya que, con su color blanco, pasa desapercibido en la nieve.
Por eso los osos polares han ido evolucionando hasta presentar esa singularidad en el pelaje. Un camuflaje perfecto.
Por eso los osos polares han ido evolucionando hasta presentar esa singularidad en el pelaje. Un camuflaje perfecto.
Salvo un detalle. Ellos
no son blancos en su totalidad. Su hocico es negro y destaca demasiado, ya que
está a la vista de todas las presas que vigilan al oso para no ser comidas por
él.
No. Ese hocico es un
impedimento para ser un buen cazador. Y sin embargo sabemos que los osos
polares lo son ¿Cómo lo consiguen?
Pues de la forma más
sencilla que se pueda imaginar. Por el mecanismo
de la evolución, a través de la selección
natural, los osos han aprendido que, para no ser vistos, no hay nada mejor
que taparse el hocico con sus zarpas.
Y una vez comprobada la
inteligencia de los osos, les propongo un pasatiempo para medir la suya.
Tiene que ver, claro
está, con un oso. Se la conoce como la paradoja del oso y la brújula. Es un pasatiempo.
Pues es un dato muy curioso, no lo sabía y me llama la atención lo sabia que es la madre naturaleza
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