viernes, 30 de septiembre de 2011

Neutrinos superlumínicos (II)

(Continuación) Es decir que tardaron un 0,0025% menos y que su velocidad fue 25 partes por millón más rápida que la de la luz. 

En otras palabras, en la carrera de 732 km, los neutrinos le sacaron a los fotones de luz una ventaja de veinticinco metros (25 m).

No es que sea mucho 25 m frente a 732 000 m, pero el caso es que están ahí y, lo que es peor, según la teoría esa ventaja no debería existir. Ése es el problema.

Desde el punto de vista einsteniano, no puede haber nada material más rápido que la luz.

Datos teóricos de la TRE
Así lo afirman el segundo postulado de la Teoría de la Relatividad Especial, TRE (1905) y el principio de equivalencia masa-energía, el de la famosa fórmula:  ΔE = Δm · c2

A tenor de los mismos, la velocidad de la luz no sólo es absoluta, sino que su valor en el vacío es una constante universal, inalcanzable para cualquier objeto material. Es, además, la máxima velocidad teórica que se pueda alcanzar y no superable, por tanto, por nada.

Podemos aumentar la energía de una partícula pero, según la ecuación de equivalencia esa energía se emplearía no sólo en aumentar su velocidad, sino también su masa.

De modo que conforme más energía suministremos más masa tendrá el cuerpo, por lo que cada vez necesitaríamos proporcionar más energía, para elevar en la misma proporción su velocidad.

Una pescadilla que se muerde la cola, ya que necesitaríamos una energía infinita para lograr una velocidad infinita. Lo que nos lleva a la conclusión einsteniana.

Hay un tope de velocidad para cualquier cuerpo, que lo determina el desarrollo matemático de la teoría y cuyo valor actual es 299 792,258 km/s.

Visto así el LHC, en puridad, no es un acelerador, ya hemos visto que no se puede acelerar indefinidamente, sino un energizador.

Mientras que la velocidad de las partículas esté lejos de la de la luz, la energía proporcionada se emplea en aumentar la velocidad, es decir, actúa como un acelerador.

Pero cuando esa velocidad esté próxima a la de la luz, entonces la energía se empleará en aumentar la masa de la partícula. Lo que implicará más energía para aumentar su velocidad, que mayoritariamente de empleará en aumentar la masa, lo que exigirá más… Ad infinitum.

Cuando su velocidad fuese la de la luz, la energía empleada sería infinita. Sobrepasarla sería, por tanto, imposible.

Y en éstas estamos. Según los datos experimentales los neutrinos han superado la velocidad de la luz. Según la TRE esto es imposible ¿Dónde está la verdad? Ésa es la cuestión ¿Qué hacer?

En estos casos me gusta recordar al poeta sevillano cuando nos dice aquello de:

¿Tu verdad? No, la Verdad
y ven conmigo a buscarla.
La tuya, guárdatela.

Pues eso.

Datos experimentales de OPERA (fiabilidad)
Para empezar esa búsqueda de la verdad convendrá que volvamos al principio de todo, al propio experimento.

Ya vimos que los cálculos de los resultados teóricos eran de lo más simple: Cinemática a nivel de la ESO y, por lo tanto, de lo más fiable.

Pero de lo que no dijimos nada era de la fiabilidad de los datos obtenidos, a partir de los cuales realizamos dichos cálculos. Veamos pues. (Continuará).

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