(Continuación) A
propósito de este doble cambio de posición mozartino, tal vez habría que
resaltar que no es exclusiva del compositor. No son pocos los monumentos
sevillanos que gozan de esta movilidad o capacidad motora.
Una propiedad que nada
tiene que ver con las leyes de la Física
ya que se adquiere sólo y por el mero hecho de estar en Sevilla. Sevilla tuvo
que ser.
Es la Cinemática -el primer apartado
cronológico de la Física, que como bien saben es la primera de las ciencias
experimentales, creada por el gran Galileo
Galilei- la ciencia que se encarga del estudio del movimiento de los
cuerpos.
Un asunto de graves por tanto.
Un asunto de graves por tanto.
Mozart y la
Ciencia
Les decía más arriba
que la relación del compositor austríaco con la ciudad era más que evidente.
Por desgracia no ocurre lo mismo con la Ciencia.
Salvo que ricemos el
rizo, y aceptemos sin más que la música
es una ciencia. Lo que, pensándolo
con detenimiento, tampoco sería desechable de entrada. Pero no es el asunto que
me trae aquí.
Y no lo es porque me
vinieron a los ojos hace unos días unos versos de poeta sevillano Luis Cernuda: “Si alguno alguna vez te
preguntase, / la música, ¿qué es? Mozart, dirías, / es la música misma [...]”.
Así comienza el primer
poema, titulado Mozart, y contenido
en su último libro, Desolación de la Quimera, escrito en 1956. Justo el
año en el que se cumplían doscientos del nacimiento del músico.
Más adelante, en el
mismo poema podemos leer: “Y en el norte
halló eco, / entre las voces de poetas, filósofos y músicos: / ciencia del ver,
ciencia del saber, ciencia del oír [...]”.
O sea, que no iba mal encaminado en mi idea de asociar música y ciencia.
Ya, ya. Estoy de acuerdo. No es la ciencia de la que les suelo hablar. No la aceptada en el sentido etimológico, pero qué quieren.
O sea, que no iba mal encaminado en mi idea de asociar música y ciencia.
Ya, ya. Estoy de acuerdo. No es la ciencia de la que les suelo hablar. No la aceptada en el sentido etimológico, pero qué quieren.
Me gusta la ciencia y me gusta Mozart,
de modo que aprovecho cualquier oportunidad para unirlos.
El propio Einstein, que
con trece años se enamoró de las sonatas de Mozart y, desde entonces, la música
fue para él una necesidad interior y el violín su inseparable compañero, dijo:
“Mozart es el más grande compositor de todos. Beethoven 'creó' su música; la de
Mozart es de tal pureza y belleza que uno siente que simplemente la
'encontró'”.
Y sí, ya lo sé. Esto no
es un juego y pulpo no se puede aceptar como animal de compañía.
De modo que recojo, pero continúo hablándoles un poco más de la estatua de Mozart en Sevilla.
De modo que recojo, pero continúo hablándoles un poco más de la estatua de Mozart en Sevilla.
Mejor dicho del
material del que está hecha la estatua que es el bronce. Es decir una aleación.
Una disolución o mezcla sólida homogénea bien de dos o más metales, o de metales y no metales.
Una disolución o mezcla sólida homogénea bien de dos o más metales, o de metales y no metales.
Me gustan más las entradas más científicas de física y química y matemáticas. De todos modos me gusta el blog.
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