Los que son conscientes de serlo se consideran, a sí mismos, como miembros de una nueva élite cultural.
Una especie de comunidad de insatisfechos sociales, amantes de la cultura pop y centrados, sobre todo, en la tecnología.
Muchos de ellos tuvieron que sobreponerse a un sistema educativo que no les entendían. Los contenidos de las asignaturas les aburrían por elementales, y los compañeros resultaban, la mayoría de las veces, demasiado hostiles.
No eran los centros de enseñanza territorio amigo, por el que se movieran con comodidad.
No eran los centros de enseñanza territorio amigo, por el que se movieran con comodidad.
En nuestra juventud, el geek, podría haber formado parte de ese grupo de compañeros que no iba nunca a las fiestas en casas de amigos, ni asistía a la cena de fin de curso en el instituto, ni a ningún otro acto festivo.
Ahora las cosas han cambiado. Ya de adultos, dominan Internet y la World Wide Web. Los sistemas que manejan el mundo. Y en ellos se mueven como pez en el agua.
Pero vistos desde fuera, los geek se muestran como personas excesivamente atraídas, excitadas y complacidas por cualquier “puñetita tecnológica nueva”. Ya me entienden, creo que lo llaman “neofilia”.
Como son unos auténticos expertos con los ordenadores, sienten gran simpatía por los hackers aunque, por lo general, ellos no lo suelen ser. Aunque comparten objetivo.
Hacen sus “obsesivos trabajos” por diversión y sólo buscan el reconocimiento público de su mérito. Por decirlo de forma rápida, un geek es un “pirado informático”.
Como pueden ver, en todo geek perduran restos del friki que fue. De modo que todo geek es un friki, aunque no todo friki es un geek.
De ahí que la madre de mi alumno lo llamara friki. La buena mujer no andaba muy descaminada.
Y es que es muy difícil que una madre se equivoque cuando se trata de un hijo.
Pero lo que no sabía esta madre es que, también, podría haber llamado nerd a su hijo y, a lo mejor, tampoco hubiera estado muy equivocada. Pero claro, ¿qué es un nerd?
Ahora me queda todo más claro. Pero esperaré para saber qué es un nerd, aunque creo que eso sí lo sé.
ResponderEliminarCreo que me he enamorado de un reloj.
Saludos.