Como suele ser costumbre en Stephen Hawking, este nuevo libro también lo ha desarrollado en forma de relato.
Una habilidosa y amena combinación de ciencia y especulación, con la que intenta mostrar su visión completa (o casi) de la Naturaleza.
Una habilidosa y amena combinación de ciencia y especulación, con la que intenta mostrar su visión completa (o casi) de la Naturaleza.
Un afán más por hallar nuevas respuestas a ya viejas preguntas, hasta diez, y que por resumirlas en dos (no podrían más, ni menos, dado el tema que nos ocupa) serían:
- ¿Por qué hay algo y no nada? y por supuesto,
- ¿Es Dios necesario para la existencia de ese algo?
En relación con la segunda de estas preguntas, conociendo a Hawking, no sorprende que en la red de sus razonamientos haya elegido entre todos el argumento cosmológico. Ya saben cómo es.
Partiendo de la constatación de algún aspecto del universo se concluye, sobre la base de principios generales, la necesaria existencia de un Dios, ya sea como primer motor, causa primera, o como gran diseñador. Lo mismo da el nombre que se le dé.
Y la conclusión a la que llega nuestro hombre en el libro ya se la adelanté hace unos días. Para él Dios es una hipótesis innecesaria.
La razón de tal afirmación nace del campo de conocimientos científicos conocido como Cosmología, y en concreto de una de sus ramas, la llamada Teoría M.
Y con ella llega la perplejidad para el lector. La gran, gran, mayoría tenemos un (casi) total desconocimiento de qué pueda ser y significar la teoría M.
Una perplejidad que sería doble si supiera, además, que el propio autor como el resto de la comunidad científica, también lo ignora en gran medida. Y es que éste Hawking cada vez parece más un lobo con piel de cordero
En realidad la susodicha teoría M es como un refrito de varias. Se trata de una nueva modalidad de teoría científica, que consiste en unir varias, que sólo son ciertas en determinadas circunstancias, pero que aplicadas en lote resultan ser un apañado y exitoso conjunto de versiones complementarias
En plan estirado vendría a ser como un principio epistemológico que los autores del libro denominan “realismo dependiente de modelo” que básicamente consistiría en extender la mecánica cuántica al universo. Es decir gravedad y mecánica cuántica juntas.
Una conjunción que podría explicar la creación a partir de la nada, de universos sin necesidad de invocar a la existencia de un creador o llámelo como quiera.
Un principio que requiere de una homogénea mezcla de dos ingredientes que, hasta ahora, han resultado ser inmiscibles: la gravedad y la cuántica. Algo que por ahora tiene miga.
Para mi gusto el libro pretende pasar por ser un guiño divulgador y científico para el lector. Lo que es bueno. Lo malo es que lo primero viene disfrazado de cordero y lo segundo es lobo. Recuerden
El gran diseño
Stephen Hawking y Leonard Mlodinov
Editorial Crítica, Barcelona, 2010
Stephen Hawking y Leonard Mlodinov
Editorial Crítica, Barcelona, 2010
Muy buen artículo sobre el libro. Enhorabuena.
ResponderEliminar