domingo, 21 de noviembre de 2010

ISS, Estación Espacial Internacional (II)

(Continuación) Un dato de la magnitud física conocida como periodo (T), definido como el tiempo que se tarda en hacer una vez una cosa.

En este caso el periodo de la estación vale 90 min.

No es de extrañar que, con esa velocidad, en el momento de cumplir el décimo aniversario la ISS haya dado ya 57 361 vueltas.

Que se dice pronto. Y lo que es peor, las que le quedan


Acerca de los experimentos en la estación orbital
Las singulares circunstancias gravitatorias de la ISS la convierten en la plataforma perfecta para realizar en ella, todas aquellas investigaciones científicas que requieran de su situación de ingravidez o de reducida gravedad (microgravedad), y que no son factibles en la superficie terrestre. Un aspecto muy interesante y positivo.

Pero dichas circunstancias de microgravedad e ingravidez también condicionan, ahora negativamente, la vida a bordo del complejo orbital.

Los astronautas, que deben pasar por un intenso periodo previo de adaptación y aprendizaje, por ejemplo, se han de desplazar por ella flotando de un lado a otro. Una incomodidad.

Y es que allí las cosas no “caen”. En el espacio no existen los conceptos arriba y abajo, derecha e izquierda o delante y detrás.

Es un mundo complicado para vivir.

Precisamente una parte de las investigaciones que se llevan a cabo, es estudiar cómo afecta al cuerpo humano el estar largo tiempo en esas condiciones de baja gravedad.

Entre otros efectos destacar que, por cada mes que los astronautas pasan en el espacio, el cuerpo pierde un 10% de masa muscular y un 1% de la ósea.

Además, la cara se les hincha porque el sistema circulatorio no tiene que hacer frente a la gravedad y llega mayor volumen de sangre a la cabeza.

Pero no todo es negativo allá arriba. Gracias a su privilegiada situación se pueden realizar observaciones de la Tierra, que nos permiten comprender mejor las leyes de algunos fenómenos meteorológicos de gran envergadura, como huracanes o erupciones volcánicas.

En ese complejo en órbita existen varios laboratorios, en los que se realizan investigaciones científicas correspondientes a diferentes campos de conocimiento. Y así:

- El Columbus, de aportación europea, realiza pruebas de biología, fisiología, tecnología y educación.

- El japonés Kibo se centra en la medicina espacial, producción de materiales, biotecnología y comunicaciones.

- En el Destiny, de EEUU, se realizan experimentos que intentarán contribuir a una mejor salud y calidad de vida en la Tierra. Su objetivo es también preparar misiones futuras a la Luna y a Marte.

Otros datos científicos
Desde el punto de vista fisiológico, el menú alimenticio se repite cada ocho días y, ni que decirles tengo, está limitado a platos que puedan agarrarse bien con los cubiertos. Recuerden las duras condiciones de ingravidez en las que viven.

Por ejemplo el pan está prohibido, ya que las migas podrían dañar la infraestructura técnica. Desde hace dos años, toman tortitas mexicanas por sus ventajas. No sueltan migas, ocupan menos espacio y duran más sin estropearse.

La ración diaria incluye cuatro comidas: dos desayunos, un almuerzo y una cena.

Los valores calóricos de desayunos y cena son casi equivalentes, mientras que el del almuerzo es mayor ya que incluye además un entrante o aperitivo.

En la ISS la basura no reciclable se lanza en cápsulas de retorno, para que se desintegren en su entrada a la atmósfera terrestre.

Sin embargo los restos fecales de los astronautas se traen de regreso a la Tierra para su posterior análisis.

Lo que no se hace con la orina, de la que se recicla el 90%. Junto con otros líquidos de desecho se tratan y se convierten en agua potable. La razón es por economía. Resulta demasiado caro enviar al espacio naves no tripuladas con el agua que necesitaría la tripulación.

Datos curiosos
Entre otras muchas curiosidades de este ingenio orbital les traigo una manita:

Una. En recorrer los, aproximadamente, 400 km que nos separan de ella se emplean nada menos que unas 48 horas.

O sea dos días. Por lo que no se puede decir que se trate un viaje rápido.

Pero no debemos pasar por alto que viajamos contra la gravedad, lo que resulta siempre muy pesado y retrasa bastante el avance.

Piense lo que cuesta subir a un quinto sin ascensor y lo que se tarda.

Dos. La EEI ha sido visitada por dos astronautas españoles: Miguel López-Alegría (hispano-estadounidense), en 2000 y 2002, y Pedro Duque, en 2003.

De España, la ISS, también recibió en 2001 el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional, como símbolo de la cooperación pacífica entre los pueblos.

Tres. El emblema del proyecto representa una flor de cinco pétalos multicolores sobre el horizonte de la Tierra. Y la insignia que llevan los astronautas en sus trajes muestra la estación, la Tierra y dos ramas de olivo, símbolo de paz. No está mal.

Cuatro. Entre las muchas maniobras que se deben realizar en la estación se encuentra la de estar esquivando continuamente la chatarra espacial.

Un nuevo tipo de contaminación humana cada vez más abundante, que supone un grave peligro para la seguridad de la estación y sus tripulantes. (Continuará)

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