martes, 3 de agosto de 2010

R136a1


La han bautizado como R136a1 y pasa por ser la estrella más grande del Universo.

Descubierta la semana pasada de forma conjunta por el VLT (Very Large Telescope) del Observatorio Europeo Austral (ESO) de Paranal (Chile) y el telescopio espacial Hubble, sus datos físicos son espectaculares.

Según el artículo publicado en la revista británica Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, esta superestrella se encuentra a unos 165 000 años-luz de distancia de la Tierra, en la nebulosa Tarántula, de la Gran Nube de Magallanes, nuestra vecina.

Así como nuestro Sol nació hace unos 4500 millones de años y le quedan otros tantos antes de agotarse, de R136a1 se estima que se formó hace unos 1,7 millones de años y que se extinguirá dentro de unos 800 000 años.

Dos millones y medio de años en total de vida.

Una corta existencia para ser una estrella pero esperable, dado que, cuanto mayores son, más rápido se consumen.

Las de tamaño normal, para generar enanas blancas, y las superestrellas como la R136a1 para dar lugar a agujeros negros y estrellas de neutrones.


En su formación tenía una masa equivalente a unos 320 soles como el nuestro, si bien en la actualidad es sólo ya de unas 265 veces.

Al contrario que los seres humanos, las estrellas nacen pesadas y pierden peso con el tiempo.

Diez veces más luminosa que el Sol, su temperatura superficial supera los 40 000 ºC; es decir, más de siete veces más calientes que él.

Desprende radiaciones unas diez millones de veces más potentes que las del Sol.

Para que se hagan una idea, si fuera ella la que estuviera en lugar del Sol, por su masa, un año en la Tierra duraría sólo tres (3) semanas, y por sus radiaciones, en concreto los rayos ultravioletas harían imposible la vida tal como la conocemos en nuestro planeta.

No es de extrañar que con estas características, los propios astrónomos la calificaran de “monstruo”, y hayan vaticinado que será muy improbable que otra estrella como ella, pueda ser descubierta en un futuro próximo.

No en vano esta estrella ha roto todas las previsiones de los astrónomos acerca de ellas. Por ejemplo sobre su tamaño.

Aunque se mantiene la hipótesis de que debe haber un límite máximo, con su descubrimiento este límite se ha elevado en un factor dos.

En lo concerniente a su origen, los científicos no saben cómo se pudo formar un monstruo astronómico así. Por lo que trabajan con dos hipótesis.

O bien pudo nacer ya así de masiva. O ser producto de la fusión de astros menores. El tiempo dirá.

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