Por los comentarios del blog, y algún que otro correo que me ha llegado, no parece que gustara mi opinión sobre el irlandés James Joyce y su forma de escribir.
En concreto sobre el juicio que hice de dos de sus novelas, El despertar de Finnegan y Ulises.
Lo lamento, pero no es más que una opinión personal. Una cuestión de gusto literario y, es sabido que, para gusto los colores.
De hecho, en España, existe una sociedad cuya media docena (6) de miembros venera el Ulises de Joyce. Y además lo hacen mezclando humor con solemnidad y talante lúdico con rigor.
O sea que, ya de entrada, me cae más que bien este club.
Lleva de nombre 'La Orden de Finnegans' y, ni que decirles tengo, sus componentes consideran el Ulises una obra divertida. Pues claro que sí.
Por ellos me entero que Joyce escogió la fecha del 16 de junio, porque ése fue el día en que se citó, por primera vez, con quien después sería su pareja, Nora Barnacle.
También me aclaran que el nombre de la asociación, no deriva de la joyceana y hermética obra homónima, sino de un pub de Dalkey, cerca de Dublin. Si ellos lo dicen, así será. Seguro.
Y a propósito del pub. Todos los miembros tienen claro que la memoria de Joyce no necesita ser protegida. Y no lo necesita, por la sencilla razón de que el propio Joyce ya lo hace.
No en vano trabaja en un pub de Dalkey, que es citado en Dublinesca, y donde no para de quejarse y despotricar de Finnegans Wake, su último libro.
Quien lo diría. Pero es así.
Como ven, ya les avisé mis letraheridos de Joyce, hay gusto para todos. Y para colores, no lo olvide, nada como las flores.
En concreto sobre el juicio que hice de dos de sus novelas, El despertar de Finnegan y Ulises.
Lo lamento, pero no es más que una opinión personal. Una cuestión de gusto literario y, es sabido que, para gusto los colores.
De hecho, en España, existe una sociedad cuya media docena (6) de miembros venera el Ulises de Joyce. Y además lo hacen mezclando humor con solemnidad y talante lúdico con rigor.
O sea que, ya de entrada, me cae más que bien este club.
Lleva de nombre 'La Orden de Finnegans' y, ni que decirles tengo, sus componentes consideran el Ulises una obra divertida. Pues claro que sí.
Por ellos me entero que Joyce escogió la fecha del 16 de junio, porque ése fue el día en que se citó, por primera vez, con quien después sería su pareja, Nora Barnacle.
También me aclaran que el nombre de la asociación, no deriva de la joyceana y hermética obra homónima, sino de un pub de Dalkey, cerca de Dublin. Si ellos lo dicen, así será. Seguro.
Y a propósito del pub. Todos los miembros tienen claro que la memoria de Joyce no necesita ser protegida. Y no lo necesita, por la sencilla razón de que el propio Joyce ya lo hace.
No en vano trabaja en un pub de Dalkey, que es citado en Dublinesca, y donde no para de quejarse y despotricar de Finnegans Wake, su último libro.
Quien lo diría. Pero es así.
Como ven, ya les avisé mis letraheridos de Joyce, hay gusto para todos. Y para colores, no lo olvide, nada como las flores.
Marilyneando
También me preguntan sobre la razón de la fotografía de Marilyn Monroe, leyendo un ejemplar de Ulises, que incluyo en la entrada.
En realidad, razón aparente no hay ninguna.
Sencillamente la he sacado de la portada del libro, recién publicado por la editorial Alfabia, que lleva por título 'La Orden del Finnegans', escrito por los seis miembros de la asociación homónima. Estas cosas pasan.
Una simple asociación de ideas, acompañada quizás por una coincidencia temporal. En este mes se cumplen los 84 años del nacimiento de la actriz.
A la vista está que acertó aquél que dijo lo de: “Vive deprisa, muere joven y deja un cadáver bonito”. Estas cosas pasan también.
Ya les dejo por hoy, pero no sin antes decirles que la Orden tiene un lema. Por supuesto extraído del Ulises (de dónde si no).
Reza así: “Gracias ¡Qué grandes estamos esta mañana!”. Es la frase que cierra el capítulo sexto del Ulises.
¿Entienden, ahora, porqué les decía que era una cuestión de gusto?
¿Comprenden, también, que me encante la Orden?
¿Intuyen, por tanto, que no pueda con Joyce?
Por si no es así les diré que no se ofendan. Que estos son mis principios, pero que si no les gustan, no pasa nada. Tengo otros.
En realidad, razón aparente no hay ninguna.
Sencillamente la he sacado de la portada del libro, recién publicado por la editorial Alfabia, que lleva por título 'La Orden del Finnegans', escrito por los seis miembros de la asociación homónima. Estas cosas pasan.
Una simple asociación de ideas, acompañada quizás por una coincidencia temporal. En este mes se cumplen los 84 años del nacimiento de la actriz.
A la vista está que acertó aquél que dijo lo de: “Vive deprisa, muere joven y deja un cadáver bonito”. Estas cosas pasan también.
Ya les dejo por hoy, pero no sin antes decirles que la Orden tiene un lema. Por supuesto extraído del Ulises (de dónde si no).
Reza así: “Gracias ¡Qué grandes estamos esta mañana!”. Es la frase que cierra el capítulo sexto del Ulises.
¿Entienden, ahora, porqué les decía que era una cuestión de gusto?
¿Comprenden, también, que me encante la Orden?
¿Intuyen, por tanto, que no pueda con Joyce?
Por si no es así les diré que no se ofendan. Que estos son mis principios, pero que si no les gustan, no pasa nada. Tengo otros.
Y donde demonios está el respeto por parte de esos lectores a los que no les gusta tu manera de ver las cosas; por que, como bien se dice, la verdad ofende; y "Ulises" es, sin duda, una forma de narrar con la que, de nuevo sin lugar a dudas, se le da un montón de patadas a la RAE. Pero de nada sirve razonar con éstos seres sedientos de respeto por su obra predilecta. ¡Un saludo, a vosotros también, idólatras!
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