(Continuación) Les hablaba de las nefastas consecuencias del uso indiscriminado de las bolsas del súper, y les recalcaba que no eran las únicas causantes.
Cada año, cien mil (100 000) mamíferos marinos y un millón (1 000 000) de aves, mueren al confundir la basura que arrojamos en las costas con alimentos.
Según Naciones Unidas los plásticos, sobre todo bolsas y botellas, junto a colillas, chanclas, pajitas, botellas de cristal y latas de refresco encabezan la lista de basura oceánica.
Sin ánimo de ser exhaustivo, veamos nuestro particular y basuril ranking.
1. COLILLAS. Son las que menos tiempo necesitan para biodegradarse. Entre dos y cinco años, dado que el filtro está hecho con acetato de celulosa.
Algunos animales marinos (aves, tortugas y ballenas) las ingieren por accidente, lo que puede causarles problemas intestinales e incluso la muerte.
2. TETRA-BRIKS. Está compuesto en un 75% por celulosa, que se descompone en menos de un año; en un 20% por polietileno de baja densidad.
Pero el resto es aluminio (5%), y éste, por desgracia, tarda en degradarse (más de 30 años) a pesar de su espesor (6,5 micras)
3. CHANCLETAS. Fabricadas con distintos materiales, tiene varias etapas de degradación.
Lo primero que desaparece es la tela y el cuero, mientras que las de goma o con espumas sintéticas no son biodegradables y sólo reducen un poco su tamaño tras muchas décadas…
4. PAJITAS. Están fabricadas con polipropileno, el mismo material de los envases de yogur, corchos de plásticos o envoltorios de aperitivos.
Mal asunto pues pueden durar más de 100 años.
5. BOLSAS DE PLÁSTICO. Suelen estar hechas de polietileno de baja densidad. Lo malo que tienen es lo que tardan en degradarse, más de 30 años.
Lo bueno que es un polímero reciclable. Ya hablamos de ella la semana pasada.
6. BOTELLAS DE PLÁSTICOS. Para su producción suele emplearse tereftalato de polietileno (PET), un material muy duro de roer para los microorganismos, pero totalmente reciclable.
Al aire libre tardan varios cientos de años en desaparecer, aunque enterradas duran más.
7. BOTELLAS DE CRISTAL. El vidrio es frágil, pero sus componentes (arena de sílice, caliza y carbonato de sodio) tardan miles de años en descomponerse. Mala cosa.
La buena es que se puede reciclar.
La energía que se ahorra al reciclar una botella puede iluminar una bombilla de 100 vatios (100 W) durante cuatro horas (4 h).
8. LATAS DE REFRESCO. Cuando las tiramos desperdiciamos la misma cantidad de energía que dan 0,2 L de gasolina.
Una de aluminio tarda entre 200 y 500 años en desintegrarse en la naturaleza, aunque en poco más de una década se ha oxidado.
Y frente a este desastre una solución. La cultura de las tres erres:
Reducir, Reutilizar y Reciclar. Reducir el volumen de basura, Reutilizarla y Reciclar todo lo posible.
Lo dicho. Ojo con lo que dejamos tirado por ahí. No todo son bolsas del súper.
Ojo con lo que tiramos al suelo
Cada año, cien mil (100 000) mamíferos marinos y un millón (1 000 000) de aves, mueren al confundir la basura que arrojamos en las costas con alimentos.
Según Naciones Unidas los plásticos, sobre todo bolsas y botellas, junto a colillas, chanclas, pajitas, botellas de cristal y latas de refresco encabezan la lista de basura oceánica.
Sin ánimo de ser exhaustivo, veamos nuestro particular y basuril ranking.
1. COLILLAS. Son las que menos tiempo necesitan para biodegradarse. Entre dos y cinco años, dado que el filtro está hecho con acetato de celulosa.
Algunos animales marinos (aves, tortugas y ballenas) las ingieren por accidente, lo que puede causarles problemas intestinales e incluso la muerte.
2. TETRA-BRIKS. Está compuesto en un 75% por celulosa, que se descompone en menos de un año; en un 20% por polietileno de baja densidad.
Pero el resto es aluminio (5%), y éste, por desgracia, tarda en degradarse (más de 30 años) a pesar de su espesor (6,5 micras)
3. CHANCLETAS. Fabricadas con distintos materiales, tiene varias etapas de degradación.
Lo primero que desaparece es la tela y el cuero, mientras que las de goma o con espumas sintéticas no son biodegradables y sólo reducen un poco su tamaño tras muchas décadas…
4. PAJITAS. Están fabricadas con polipropileno, el mismo material de los envases de yogur, corchos de plásticos o envoltorios de aperitivos.
Mal asunto pues pueden durar más de 100 años.
5. BOLSAS DE PLÁSTICO. Suelen estar hechas de polietileno de baja densidad. Lo malo que tienen es lo que tardan en degradarse, más de 30 años.
Lo bueno que es un polímero reciclable. Ya hablamos de ella la semana pasada.
6. BOTELLAS DE PLÁSTICOS. Para su producción suele emplearse tereftalato de polietileno (PET), un material muy duro de roer para los microorganismos, pero totalmente reciclable.
Al aire libre tardan varios cientos de años en desaparecer, aunque enterradas duran más.
7. BOTELLAS DE CRISTAL. El vidrio es frágil, pero sus componentes (arena de sílice, caliza y carbonato de sodio) tardan miles de años en descomponerse. Mala cosa.
La buena es que se puede reciclar.
La energía que se ahorra al reciclar una botella puede iluminar una bombilla de 100 vatios (100 W) durante cuatro horas (4 h).
8. LATAS DE REFRESCO. Cuando las tiramos desperdiciamos la misma cantidad de energía que dan 0,2 L de gasolina.
Una de aluminio tarda entre 200 y 500 años en desintegrarse en la naturaleza, aunque en poco más de una década se ha oxidado.
Y frente a este desastre una solución. La cultura de las tres erres:
Reducir, Reutilizar y Reciclar. Reducir el volumen de basura, Reutilizarla y Reciclar todo lo posible.
Lo dicho. Ojo con lo que dejamos tirado por ahí. No todo son bolsas del súper.
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