lunes, 30 de noviembre de 2009

Agorafobia es nombre de enfermedad

Y como no hay dos sin tres, ya para acabar con el término ágora, al menos por ahora, vamos a referirnos a una palabra que deriva de ella. Les hablo de agorafobia.

Agorafobia
Seguro que saben de lo que les voy a hablar. El término fobia deriva del nombre del dios griego Fobos, que era la personificación del miedo en la mitología griega. Y el de ágora, ya es un término enrocado.

Con su combinación se designa a un trastorno de salud emocional, caracterizado por un miedo intenso y desproporcionado a algo concreto.

Un algo que puede ser cualquier objeto o situación concreta y que, en la mayoría de los casos, no constituye una amenaza real en sí. Todo está en la mente de la persona que padece la fobia.

Otras fobias
Las hay de muchos tipos, y uno de ellos es el pánico o miedo a enfrentarse a espacios abiertos y/o en público. Ésa es la agorafobia, el miedo a los espacios abiertos. Entre otros ejemplos fóbicos, les dejo con algunos de lo más curioso:

- Acrofobia, miedo a las alturas
- Antropofobia, aprensión a las personas o a la sociedad.
- Aracnofobia, terror a las arañas o a los arácnidos.
- Autofobia, agobio de quedarse solo.
- Canofobia, pavor a los perros.
- Claustrofobia, angustia por los lugares cerrados.
- Entomofobia, asco a los insectos.
- Gamofobia, aversión al matrimonio.
- Hemofobia, horror a la sangre.
-Homofobia, temor, desagrado u odio hacia lo homosexual o homoerótico. Aquí habría que meter también lesbofobia, bifobia y transfobia. Que no se diga que no hay política de igualdad bibianesca en el blog.
- Islamofobia, recelo inducido en contra de las culturas islámicas o musulmanas.
- Necrofobia, asco a los muertos o cadáveres.
- Ponofobia, pánico a hacer cualquier trabajo.
- Quimiofobia o chemofobia, prejuicio contra las sustancias químicas.
- Sexofobia, espanto al sexo, o a algunas de sus prácticas.
- Telefonofobia, grima a los teléfonos.

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