Es un escualo que parece surgir del subsuelo de Hong-Kong. Como si fuera un tiburón de las finanzas. Extraordinario.
Su autor es Manfred Stader, y es capaz de pintar lo que sea con sólo unas cuantas tizas. Lo hace sobre asfalto, hormigón o ladrillo y transforma el gris material en una obra de arte.
Él y otros artistas como él, son contratados para decorar edificios de medio mundo y crear campañas publicitarias. Les va bien.
Su autor es Manfred Stader, y es capaz de pintar lo que sea con sólo unas cuantas tizas. Lo hace sobre asfalto, hormigón o ladrillo y transforma el gris material en una obra de arte.
Él y otros artistas como él, son contratados para decorar edificios de medio mundo y crear campañas publicitarias. Les va bien.
Un tiburón nunca se lanzaría contra una superficie dura como el ladrillo porque le haría muchísimo daño en su sensible morro. Pero hay que diabolizar su imagen, no? cuanto desconocimiento e ignorancia destructiva humana
ResponderEliminarEs posible, pero si te fijas bien, la superficie ya estaba rota
ResponderEliminarY de seguro los que escribieron esos comentarios creen en el Jesús que pintaron los artistas de la edad media.
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