No hace mucho circulaba por Internet esta leyenda urbana, en soporte vídeo.
En él se veía, encima de una mesa, cuatro móviles formando una cruz, con algunos granos de maíz en su centro.
Entonces, desde otros teléfonos móviles les llamaban y, sorprendentemente, ¡se hacían las palomitas de maíz, que saltaban como sólo ellas saben hacerlo!
Un hecho inaudito e impensable que dividió al mundillo cibernético. Según algunos debía ser verdad, ya que salió incluso en las Noticias de Antena3. Cosa seria por tanto, oiga.
Pero para otros era un vídeo falso, un 'fake', que le dicen. He aquí el cisma. Qué pensar. Por si no lo han visto, antes de continuar, échenle una ojeada.
Desde el punto de vista empírico, no hay una sola prueba a su favor. A pesar de que no son pocas las personas, escépticas o crédulas, que lo han intentado en sus casas, ni una sola ha notificado que le haya salido. No pueden. No sale.
Y desde la teoría de la ciencia tampoco hay pistas que apunten a que pueda salir. Sencillamente porque, desde el punto de vista de la Física, es imposible.
Si bien es cierto que los móviles funcionan gracias a la energía electromagnética y que ésta podría transformar los granos en palomitas.
No lo es menos que podría, sólo en el caso de que sus ondas electromagnéticas tuvieran la frecuencia adecuada. Es decir transmitieran la energía suficiente.
O metiéndolos en un microondas (energía electromagnética), es necesario suministrar energía suficiente como para excitar las moléculas de agua líquida, H2O (l), contenidas en las semillas de maíz (calentamiento), y hacer que se transforme en vapor de agua H2O (g) (vaporización).
Con el cambio de estado aumentará su presión y hará que los granos se hinchen y estallen. Habemus palomitas.
Como vemos no importa la naturaleza y origen de la energía. La energía es la energía.
Y aunque es cierto que los móviles manejan energía suficiente como para calentar el objeto que esté en contacto con él. También lo es que dicha energía no será nunca suficiente cómo para producir palomitas.
Basta pensar que si así fuera, al agua que contiene la parte de nuestro cuerpo en contacto con él le pasaría lo mismo que al maíz. Que se convertiría en vapor.
Algo muy doloroso y que por supuesto no ocurre. No. No son las ondas electromagnéticas del móvil las que hacen palomitas.
Como tampoco lo son las ondas mecánicas del sonido cuando suena el móvil. Aunque, ojo, se podría calentar simplemente con sonido. Lo malo es que habría que hacerlo a un volumen extraordinario muy, muy, por encima del que operan los teléfonos móviles.
Por ponerles un ejemplo, hacer así las palomitas con el móvil sería como intentarlo poniendo a una compañía de ópera entera a cantar, todos a la vez. Algo inútil. Entonces, ¿qué hace que el maíz salte?
Según su declaración el objetivo era captar la atención de los internautas, generar una gran expectación y, entonces, lanzar unos productos a la venta.
Es decir, debajo de la tomadura de pelo yacía una ingeniosa campaña de marketing. Un truco comercial.
Y aunque se vanaglorian de haber conseguido más de once millones de visitas en YouTube, se niegan en redondo a explicar cómo lo hicieron.
Sabido es que ningún mago revela, nunca, ni por ningún concepto, su truco. Es una ley no escrita de la magia
Pero por suerte está la ciencia. Ella no tiene nada que ver con la magia, ni nada que ocultar. Nos ofrece dos soluciones.
Una, la más simple, que el vídeo, sencillamente, esté trucado. Otra, más científica, que haya una fuente de energía cerca. Un foco emisor de radiaciones electromagnéticas, por ejemplo, debajo de la mesa. Mi apuesta casi segura es que se trate de un magnetrón.
Fue desarrollado a finales de los años 30 del siglo XX, para perfeccionar el invento del radar, dado que las microondas debido a su alta frecuencia se reflejan en el metal, haciendo posible la detección de objetos a distancia, tales como las aeronaves, barcos y submarinos.
Su funcionamiento se basa en que los electrones, sometidos a un campo eléctrico y magnético describen órbitas circunferenciales y esa trayectoria genera oscilaciones armónicas de alta frecuencia en cavidades metálicas.
El descubrimiento del calentamiento por medio de microondas ocurrió en la década de los 40, durante la Segunda Guerra Mundial y de forma serendípica. Si les parece bien, en otra entrada se lo cuento. Es divertido.
Ahora les invito a que vean el vídeo de cómo hicieron el truco, empleando un magnetrón. La pieza fundamental de nuestros hornos microondas.
Lean. Lean mucho. Lean infatigablemente. No dejen nunca de leer. Lean libros que le hagan ser más inteligentes y menos crédulos.
Libros que aumenten sus conocimientos ciertos. Lean libros que le digan la verdad aunque sea mintiendo. Pero que nunca le mientan, diciéndole que es la verdad, la verdad con mayúscula.
Háganme caso. Lean y estudien ciencias.
Mejor lo dijo nuestro nobel Ramón y Cajal: “Al carro de la cultura le falta la rueda de la ciencia”.
Tenía claro don Santiago que Cultura también es Ciencia. Que para ser culto, hay que saber ciencias. Si no nos tomarán el pelo siempre que quieran. Con la de listos que hay por ahí.
En él se veía, encima de una mesa, cuatro móviles formando una cruz, con algunos granos de maíz en su centro.
Entonces, desde otros teléfonos móviles les llamaban y, sorprendentemente, ¡se hacían las palomitas de maíz, que saltaban como sólo ellas saben hacerlo!
Un hecho inaudito e impensable que dividió al mundillo cibernético. Según algunos debía ser verdad, ya que salió incluso en las Noticias de Antena3. Cosa seria por tanto, oiga.
Pero para otros era un vídeo falso, un 'fake', que le dicen. He aquí el cisma. Qué pensar. Por si no lo han visto, antes de continuar, échenle una ojeada.
¿Qué dice la Ciencia?
Sea cierto o no, en cualquiera de los casos, estamos delante de un nuevo reto para la ciencia ¿Qué hay de cierto en la divertida noticia? Pues bien. Vaya por delante que no hay nada. Es un fraude.Desde el punto de vista empírico, no hay una sola prueba a su favor. A pesar de que no son pocas las personas, escépticas o crédulas, que lo han intentado en sus casas, ni una sola ha notificado que le haya salido. No pueden. No sale.
Y desde la teoría de la ciencia tampoco hay pistas que apunten a que pueda salir. Sencillamente porque, desde el punto de vista de la Física, es imposible.
Si bien es cierto que los móviles funcionan gracias a la energía electromagnética y que ésta podría transformar los granos en palomitas.
No lo es menos que podría, sólo en el caso de que sus ondas electromagnéticas tuvieran la frecuencia adecuada. Es decir transmitieran la energía suficiente.
Preparando palomitas
Sea al modo tradicional. Echando los granos de maíz en una sartén con su cucharada de aceite y su sal, tapándola y poniéndola al fuego (energía térmica).O metiéndolos en un microondas (energía electromagnética), es necesario suministrar energía suficiente como para excitar las moléculas de agua líquida, H2O (l), contenidas en las semillas de maíz (calentamiento), y hacer que se transforme en vapor de agua H2O (g) (vaporización).
Con el cambio de estado aumentará su presión y hará que los granos se hinchen y estallen. Habemus palomitas.
Como vemos no importa la naturaleza y origen de la energía. La energía es la energía.
Y aunque es cierto que los móviles manejan energía suficiente como para calentar el objeto que esté en contacto con él. También lo es que dicha energía no será nunca suficiente cómo para producir palomitas.
Basta pensar que si así fuera, al agua que contiene la parte de nuestro cuerpo en contacto con él le pasaría lo mismo que al maíz. Que se convertiría en vapor.
Algo muy doloroso y que por supuesto no ocurre. No. No son las ondas electromagnéticas del móvil las que hacen palomitas.
Como tampoco lo son las ondas mecánicas del sonido cuando suena el móvil. Aunque, ojo, se podría calentar simplemente con sonido. Lo malo es que habría que hacerlo a un volumen extraordinario muy, muy, por encima del que operan los teléfonos móviles.
Por ponerles un ejemplo, hacer así las palomitas con el móvil sería como intentarlo poniendo a una compañía de ópera entera a cantar, todos a la vez. Algo inútil. Entonces, ¿qué hace que el maíz salte?
La verdad de la mentira
Que el alucinante vídeo era en realidad un montaje se encargó de decirlo, y al poco tiempo, la propia empresa responsable del mismo.Según su declaración el objetivo era captar la atención de los internautas, generar una gran expectación y, entonces, lanzar unos productos a la venta.
Es decir, debajo de la tomadura de pelo yacía una ingeniosa campaña de marketing. Un truco comercial.
Y aunque se vanaglorian de haber conseguido más de once millones de visitas en YouTube, se niegan en redondo a explicar cómo lo hicieron.
Sabido es que ningún mago revela, nunca, ni por ningún concepto, su truco. Es una ley no escrita de la magia
Pero por suerte está la ciencia. Ella no tiene nada que ver con la magia, ni nada que ocultar. Nos ofrece dos soluciones.
Una, la más simple, que el vídeo, sencillamente, esté trucado. Otra, más científica, que haya una fuente de energía cerca. Un foco emisor de radiaciones electromagnéticas, por ejemplo, debajo de la mesa. Mi apuesta casi segura es que se trate de un magnetrón.
¿Qué es un magnetrón?
Se trata de un dispositivo electrónico, una válvula de vacío, que se emplea para generar microondas.Fue desarrollado a finales de los años 30 del siglo XX, para perfeccionar el invento del radar, dado que las microondas debido a su alta frecuencia se reflejan en el metal, haciendo posible la detección de objetos a distancia, tales como las aeronaves, barcos y submarinos.
Su funcionamiento se basa en que los electrones, sometidos a un campo eléctrico y magnético describen órbitas circunferenciales y esa trayectoria genera oscilaciones armónicas de alta frecuencia en cavidades metálicas.
El descubrimiento del calentamiento por medio de microondas ocurrió en la década de los 40, durante la Segunda Guerra Mundial y de forma serendípica. Si les parece bien, en otra entrada se lo cuento. Es divertido.
Ahora les invito a que vean el vídeo de cómo hicieron el truco, empleando un magnetrón. La pieza fundamental de nuestros hornos microondas.
Un consejo
Perdón por el atrevimiento. Pero no me resisto a dárselo. Créanme, no se crean todo lo que le cuentan. No se conformen con evidencias, exijan pruebas.Lean. Lean mucho. Lean infatigablemente. No dejen nunca de leer. Lean libros que le hagan ser más inteligentes y menos crédulos.
Libros que aumenten sus conocimientos ciertos. Lean libros que le digan la verdad aunque sea mintiendo. Pero que nunca le mientan, diciéndole que es la verdad, la verdad con mayúscula.
Háganme caso. Lean y estudien ciencias.
Mejor lo dijo nuestro nobel Ramón y Cajal: “Al carro de la cultura le falta la rueda de la ciencia”.
Tenía claro don Santiago que Cultura también es Ciencia. Que para ser culto, hay que saber ciencias. Si no nos tomarán el pelo siempre que quieran. Con la de listos que hay por ahí.
está muy chulo lo de las palomitas
ResponderEliminarMe parece muy extraño experimento pero lo que dice la ciencia parece cierto algunos sentidos. esperemos que las versiones de android gratuitas realicen este experimentos con las pepitas de maíz , por que si no lo hacen dan a entender que no son con todo los celulares, si no con algunos.
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