Sabemos que el imán atrae al hierro, pero ignoramos si éste también atrae al imán. O por el contrario es arrastrado contra su voluntad.
Como muchas cosas en este mundo, el magnetismo es cuestión de dos. Pero la voluntad no.
Ella es una idea solitaria que puede suplir a la facultad. Ya saben lo que dicen: “Para poder, basta querer”.
Ergo: Debo, puedo, quiero.
Como muchas cosas en este mundo, el magnetismo es cuestión de dos. Pero la voluntad no.
Ella es una idea solitaria que puede suplir a la facultad. Ya saben lo que dicen: “Para poder, basta querer”.
Ergo: Debo, puedo, quiero.
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