viernes, 17 de octubre de 2008

Bodas de oro en el espacio


(Continuación) Mientras conmemora éste su aniversario de oro, la NASA está participando en 76 misiones espaciales de distinta índole: la sonda Phoenix en Marte; ARCTAS, un proyecto de observación del Ártico; la Cassini-Huygens en Saturno; el observatorio de rayos X Chandra; el telescopio Glast para la respuesta a las preguntas sobre los agujeros negros supermasivos, los púlsares o el origen de los rayos cósmicos; o la misión Stardust, que recoge ejemplares del Cometa Wild 2, entre otros.

Sin embargo no corren buenos tiempos. Los recortes presupuestarios del gobierno Bush, que han derivado el destino del dinero del gasto militar hacia la lucha contra el terrorismo, la tienen contra las cuerdas. Su futuro se muestra algo más que incierto.

Para empezar el arreglo del telescopio espacial Hubble, programado para el próximo 14 de octubre, se aplaza sine die. Y el gigante chino no deja de mirar con insistencia al cielo, como hace cincuenta años lo hiciera la URSS. Ya veremos si, como entonces, surge un John Kennedy que se comprometa a llevar “un hombre a la Luna y devolverlo sano y salvo a la Tierra antes del final de la década”. Ya veremos, pero lo dudo.

Sería el décimo tercer estadounidense en hacerlo. Esperemos que así ocurra, aunque ya se lo he anticipado, no corren buenos tiempos para la lírica aeronáutica. Más bien parece que se encuentre en la cuenta atrás de su existencia.

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