Sí. Es totalmente cierto.
El científico inglés John Dalton (1766-1844) -primer químico que expuso una teoría atómica cuantitativa de la materia y por lo que, con toda justicia, es considerado el Padre de la Teoría Atómica de la materia- dio nombre a esta enfermedad genética de la retina.
De la enorme fama y respeto que, como científico, disfrutó Dalton en vida, su muerte nos da una muestra.
A su funeral en Manchester acudieron más de cuarenta mil (40 000) personas para presentarles sus respetos.
Toda una multitud hoy en día, y mucho más que eso en aquella época (murió a mediados del siglo XIX), cuando la población no era tan numerosa como ahora.
Por supuesto que Dalton no fue el primer hombre que, en la historia de la Humanidad, sufrió ceguera cromática, pero sí el primero que la estudió y escribió sobre ella. Lo hizo en 1794 y lo tituló ‘Extraordinary Facts Relating to the Vision of Colours’.
Del daltonismo es poco lo que les voy a decir en esta entrada. Si acaso aclarar que, aunque de forma coloquial, solemos utilizar este término para designar a cualquiera de las numerosas anomalías existentes en la visión de los colores. En realidad, el daltonismo es sólo una de ellas.
Pero bueno. Baste por ahora lo que todos sabemos: los daltónicos son los que no ven bien los colores.
Y dos detalles más. La forma más común de esta enfermedad se manifiesta al percibir como gris, de distinta intensidad, los colores rojo, verde y amarillo.
Por último. Es hereditario y más común en el hombre. Tomo nota en mi moleskine y ya se lo explicaré en otro momento.
Alguien que no puede distinguir el color rojo y para quien, por ejemplo, la sangre tiene un color verde botella.
Se cuenta que, cuando en 1832 recibió el Doctorado por la Universidad de Oxford, fue invitado a una recepción ofrecida por el, entonces, rey de Inglaterra Guillermo IV.
Dada su proverbial sencillez y austeridad cuáquera en el vestir (sólo empleaba prendas de color oscuros como negro, gris o marrón), Dalton se excusó de asistir alegando que no tenía la ropa adecuada para usar en la Corte.
El sabía que por aquel entonces se llevaban mucho los colores vistosos y llamativos. Y argumentó que sólo tenía su toga universitaria, que no la veía apropiada por su color. Por eso pedía que le disculparan.
Grande fue su sorpresa cuando, de palacio, le respondieron que, en absoluto. Que asistiera pues con ella iría perfectamente. Sin comprenderlo muy bien, pero contento por no tener que ponerse una prenda de color llamativo, asistió con su toga. Todos contentos.
Lo que Dalton ignoraba es que su toga de Doctor era de un intenso ¡color escarlata!, aunque él siempre la creyó de color gris debido a su dicromatismo.
Ahora que recuerdo, no hace mucho hicieron un anuncio televisivo sobre un automóvil, que basaba su trama precisamente en el daltonismo. Está bien.
El científico inglés John Dalton (1766-1844) -primer químico que expuso una teoría atómica cuantitativa de la materia y por lo que, con toda justicia, es considerado el Padre de la Teoría Atómica de la materia- dio nombre a esta enfermedad genética de la retina.
De la enorme fama y respeto que, como científico, disfrutó Dalton en vida, su muerte nos da una muestra.
A su funeral en Manchester acudieron más de cuarenta mil (40 000) personas para presentarles sus respetos.
Toda una multitud hoy en día, y mucho más que eso en aquella época (murió a mediados del siglo XIX), cuando la población no era tan numerosa como ahora.
Por supuesto que Dalton no fue el primer hombre que, en la historia de la Humanidad, sufrió ceguera cromática, pero sí el primero que la estudió y escribió sobre ella. Lo hizo en 1794 y lo tituló ‘Extraordinary Facts Relating to the Vision of Colours’.
Del daltonismo es poco lo que les voy a decir en esta entrada. Si acaso aclarar que, aunque de forma coloquial, solemos utilizar este término para designar a cualquiera de las numerosas anomalías existentes en la visión de los colores. En realidad, el daltonismo es sólo una de ellas.
Pero bueno. Baste por ahora lo que todos sabemos: los daltónicos son los que no ven bien los colores.
Y dos detalles más. La forma más común de esta enfermedad se manifiesta al percibir como gris, de distinta intensidad, los colores rojo, verde y amarillo.
Por último. Es hereditario y más común en el hombre. Tomo nota en mi moleskine y ya se lo explicaré en otro momento.
Anécdota daltoniana
De Dalton sí les voy a contar ahora una anécdota. John, al igual que su hermano, fueron lo que hoy conocemos como un dicrómata.Alguien que no puede distinguir el color rojo y para quien, por ejemplo, la sangre tiene un color verde botella.
Se cuenta que, cuando en 1832 recibió el Doctorado por la Universidad de Oxford, fue invitado a una recepción ofrecida por el, entonces, rey de Inglaterra Guillermo IV.
Dada su proverbial sencillez y austeridad cuáquera en el vestir (sólo empleaba prendas de color oscuros como negro, gris o marrón), Dalton se excusó de asistir alegando que no tenía la ropa adecuada para usar en la Corte.
El sabía que por aquel entonces se llevaban mucho los colores vistosos y llamativos. Y argumentó que sólo tenía su toga universitaria, que no la veía apropiada por su color. Por eso pedía que le disculparan.
Grande fue su sorpresa cuando, de palacio, le respondieron que, en absoluto. Que asistiera pues con ella iría perfectamente. Sin comprenderlo muy bien, pero contento por no tener que ponerse una prenda de color llamativo, asistió con su toga. Todos contentos.
Lo que Dalton ignoraba es que su toga de Doctor era de un intenso ¡color escarlata!, aunque él siempre la creyó de color gris debido a su dicromatismo.
Ahora que recuerdo, no hace mucho hicieron un anuncio televisivo sobre un automóvil, que basaba su trama precisamente en el daltonismo. Está bien.
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