Desde hace unos años, en el IES Hermanos Machado de Montequinto (Sevilla) se viene realizando un pequeño experimento, dentro de las actividades relacionadas con el DACE.
Alumnos de 2º de Bachillerato de Ciencias reproducen ante sus compañeros, lo que llaman La botella fumadora. Es probable que lo conozca. Ellos lo presentan desde dos puntos de vista. Uno físico y otro químico.
Alumnos de 2º de Bachillerato de Ciencias reproducen ante sus compañeros, lo que llaman La botella fumadora. Es probable que lo conozca. Ellos lo presentan desde dos puntos de vista. Uno físico y otro químico.
Física del humo
Muestran una botella ya preparada al efecto (en Internet hay varias páginas educativas al respecto) y la perforan por su parte inferior.
Explican que al salir el agua por gravedad, se produce una diferencia de presión entre el aire del exterior (presión atmosférica) y el del interior. Lo que motiva que el humo del cigarro penetre en la botella, reproduciéndose el acto de fumar. El acto y sus efectos.
En el algodón, sustituto en este caso del filtro y de nuestras membranas pulmonares, quedarán parte de los componentes del humo.
Otros productos pasarán al interior de la botella, que hace el papel de nuestros pulmones.
Los alumnos pueden ver el cambio de color que van experimentando algodón y agua, debido a que ya contienen sustancias que, antes, formaban parte del humo del tabaco.
También pueden oler el desagradable olor que despiden. Y por último son testigos de lo que ahora pesa el algodón (que previamente fue pesado).
Puede llegar a aumentar hasta un 70% de su masa, debido a la retención que realiza de distintas sustancias. Las mismas que quedan retenidas en nuestros pulmones cuando fumamos ¿Y qué sustancias son ésas?
Explican que al salir el agua por gravedad, se produce una diferencia de presión entre el aire del exterior (presión atmosférica) y el del interior. Lo que motiva que el humo del cigarro penetre en la botella, reproduciéndose el acto de fumar. El acto y sus efectos.
En el algodón, sustituto en este caso del filtro y de nuestras membranas pulmonares, quedarán parte de los componentes del humo.
Otros productos pasarán al interior de la botella, que hace el papel de nuestros pulmones.
Los alumnos pueden ver el cambio de color que van experimentando algodón y agua, debido a que ya contienen sustancias que, antes, formaban parte del humo del tabaco.
También pueden oler el desagradable olor que despiden. Y por último son testigos de lo que ahora pesa el algodón (que previamente fue pesado).
Puede llegar a aumentar hasta un 70% de su masa, debido a la retención que realiza de distintas sustancias. Las mismas que quedan retenidas en nuestros pulmones cuando fumamos ¿Y qué sustancias son ésas?
Química del humo
A continuación pasan a explicar, ayudándose de una presentación audiovisual, que se cree que en el humo del tabaco puede haber cerca de ¡5000 sustancias!, de las que sólo conocemos la cuarta parte, y ¡todas son nocivas para el organismo! Les comentan algunas:
- Nicotina. La más conocida y fácil de identificar. Un alcaloide culpable de la fuerte adicción al cigarrillo.
No es peligrosa para la salud, pero su capacidad adictiva es tan potente como la de la cocaína o la heroína. (Es fácil dejar de fumar. Yo lo hago unas veinte veces al día. Oscar Wilde).
A nivel fisiológico, la nicotina actúa como un estimulante del sistema nervioso central: incrementa la frecuencia cardiaca, la presión arterial y el ritmo respiratorio, y disminuye la sensación de hambre.
A nivel psicológico parece mejorar aspectos como la atención, el aprendizaje, el tiempo de reacción y la vigilancia. Pero ¡ojo! sólo en la realización de tareas muy sencillas. (Yo bebo mucho, duermo poco y fumo un cigarro tras otro. Por eso estoy en forma al doscientos por ciento. W. Churchill). Con todo no es la peor de las sustancias tabaquiles.
- Arsénico. Un veneno común contenido en los raticidas. Pues qué bien.
- Amoníaco. Compuesto químico base de muchos de los productos de limpieza. Muy higiénico. Eso sí. (Continuará)
- Nicotina. La más conocida y fácil de identificar. Un alcaloide culpable de la fuerte adicción al cigarrillo.
No es peligrosa para la salud, pero su capacidad adictiva es tan potente como la de la cocaína o la heroína. (Es fácil dejar de fumar. Yo lo hago unas veinte veces al día. Oscar Wilde).
A nivel fisiológico, la nicotina actúa como un estimulante del sistema nervioso central: incrementa la frecuencia cardiaca, la presión arterial y el ritmo respiratorio, y disminuye la sensación de hambre.
A nivel psicológico parece mejorar aspectos como la atención, el aprendizaje, el tiempo de reacción y la vigilancia. Pero ¡ojo! sólo en la realización de tareas muy sencillas. (Yo bebo mucho, duermo poco y fumo un cigarro tras otro. Por eso estoy en forma al doscientos por ciento. W. Churchill). Con todo no es la peor de las sustancias tabaquiles.
- Arsénico. Un veneno común contenido en los raticidas. Pues qué bien.
- Amoníaco. Compuesto químico base de muchos de los productos de limpieza. Muy higiénico. Eso sí. (Continuará)
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