Entre tantos granos de café, hay un hombre oculto. Tiene cinco segundos para descubrirlo, que empiezan a transcurrir... ¡Ya!
5 .... 4 .... 3 .... 2 .... 1.... 0.
¡Qué! ¿Aún no?
Los que saben de estos asuntos no ignoran que tendemos a lanzar la mirada hacia la derecha y hacia arriba.
Por eso ellos... ¿ahora?
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