miércoles, 26 de noviembre de 2025

De la medalla nobelera de James Watson (y 2)

(Continuación) ... si bien, le decía, dicha generación de fondos no obedeciera también a otra razón, una más personal, como se trasluce de algunos de sus comunicados.

El científico llegó a manifestar de forma pública su queja por cómo la sociedad lo había convertido en una “mala persona”, tras sus más que polémicas declaraciones sobre la raza, entre otras, unas en las que expresaba su pesimismo sobre el futuro de África basándose en diferencias de inteligencia.

¿Por qué se vende una medalla Nobel?: Venganza

Unos controvertidos comentarios que mancharon su trayectoria personal y profesional, llegando a ser denostado públicamente por dichas ideas y marginado, casi excluido, de la comunidad científica.

Unas circunstancias que bien pudieron ser el punto de inflexión que le impulsó a tomar dicha decisión mercantil, como una manera de protesta vengativa, contra lo que consideró una injusticia, pero sabido es que “uno es esclavo de sus palabras y señor de sus silencios”.

Una frase sin consenso acerca del destinatario de su supuesta autoría, para unos el bardo William Shakespeare y para otros el psicoanalista Sigmund Freud, pero sobre cuyo significado todo el mundo coincide.

Una persona siempre tiene control sobre lo que elige no decir (el silencio), mientras que aquello que pronuncia (las palabras) pueden llegar a comprometerla dificultando una retractación; sí es mucho más fácil controlar aquello que se calla. Pero no hay dos sin tres.

¿Por qué se vende una medalla Nobel?: Penuria

Aunque Watson pasó de puntillas sobre este tema y nunca hizo hincapié en él, algunas fuentes apuntan como tercera causa de la inusitada subasta medallera, ciertos apuros económicos por los que pudo pasar el biólogo debido a la drástica disminución que sufrieron sus ingresos.

Recuerde que fue expulsado de algunos de sus cargos y colocaciones profesionales remuneradas a raíz de sus deplorables declaraciones, llegó a afirmar que los africanos eran menos inteligentes que los europeos, una cuestión genética en su opinión.

Sí, bien pensado, el de la estrechez financiera pudo ser un factor desencadenante, y hasta aquí puedo leer que diría alguien ¿Cuál cree que pudo ser de los tres? ¿conoce de algún otro? ¿fue quizás un conjunto de ellos?

En cualquiera de los casos y durante estas dos últimas semanas se han multiplicado en redes sociales y medios de comunicación desde panegíricos loando sus extraordinarias aportaciones científicas hasta artículos condenatorios destacando ciertas opiniones y comportamientos indefendibles que enturbiaron la parte final de su carrera. El hombre y el científico.

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.

 

 

1 comentario:

  1. ¿Hasta qué punto el comportamiento humano debe lastrar la imagen científica?

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