lunes, 14 de noviembre de 2016

Primera transfusión sanguínea

Vaya por delante que el titular de la entrada hace referencia a la primera demostración pública de una transfusión de sangre.

En concreto la que fue realizada por el médico inglés Richard Lower (1631-1691) el 14 de noviembre de 1666, es decir trescientos cincuenta (350) años ya, tal día como hoy.

Para algunos este es uno de esos días que cuentan. Y de tan pionera operación de transfusión de sangre arterial les puedo decir que se realizó de animal a animal, es decir que no participó ningún ser humano.

En concreto fue entre dos perros de los que sabemos que si bien el donante acabó muriendo, el receptor, que había sido sangrado previa y exhaustivamente, pudo gracias a la misma continuar viviendo.

Todo tiene un precio en esta vida
El caso es que Lower tuvo éxito en esta primera transfusión directa entre animales, si bien no le salió a la primera.

Empezó uniendo las venas yugulares de ambos perros mediante cálamos de plumas, con el desgraciado resultado de que se coagulaba la sangre dentro de ellos. De modo que el ensayo no sirvió.

Por si no caen en este momento, abro paréntesis y pongo negro sobre blanco que el cálamo o cañón es la parte inferior de la pluma de un ave y tiene una estructura córnea, hueca y dura. Cierro paréntesis.

Tras varios intentos el médico unió la arteria carótida de un perro con la vena yugular de otro, utilizando ahora tubos del metal noble plata, Ag. Y sin tener muy claro el porqué, el caso es que funcionó.

El método de transfusión devolvió la vida al animal.

Richard Lower había realizado de manera totalmente exitosa la primera transfusión directa entre animales. Ya, ya, lo comprendo y tienen razón. Lo de “totalmente” dependerá del perro al que nos refiramos, así que mejor lo dejaremos en “de manera parcialmente exitosa”.

Al cincuenta por ciento (50%) vamos.

Acerca de Lower y la transfusión
Quizás estemos ante el primer científico en llevar a cabo, de manera exitosa y pública, una operación de la trascendencia vital de esta. No olvidemos que desde la misma antigüedad, se le ha atribuido a la sangre la propiedad de dar vida.

Y que desde que el hombre es hombre, ha pensado que la ingesta de sangre de algunos animales e, incluso, de los enemigos le proporcionaba fortaleza.

De hecho tenemos constancia de que hebreos, egipcios, romanos y aztecas, practicaban ritos de sangre con animales y humanos. No les digo más.

La idea de transferencia sanguínea estaba ahí, pero de entre todos los hombres fue Lower el elegido, el primero en transfundirla.

No en vano sus notables observaciones y estudios sobre el corazón, los pulmones y la función del sistema cardiopulmonar y, por supuesto, sus investigaciones sobre fisiología experimental, Tractatus de Corde (1669), le facultaban para ello.

Lower en gran medida influyó en el desarrollo de la ciencia médica al propiciar con sus aportaciones, algunos de los descubrimientos más significativos en la historia de la medicina. Pero, cómo no, él no partió de cero y también se aprovechó de conocimientos anteriores.

No son pocos los exégetas del tema que piensan que quizás, el verdadero origen de las transfusiones haya que buscarlo unos años atrás. Bueno, mejor expresado, unos siglos atrás.

Es algo que sabe el mejor de los buenos. No lo dice el poeta, en esta vida todo es cuestión de medida: un poco más, algo menos...



1 comentario :

Anónimo dijo...

¿Por qué este científico hizo la transfusión, qué motivo lo llevó hacerlo?