lunes, 8 de febrero de 2016

¿Estamos en el año 2016? (2)

(Continuación) Así que ese era el año correcto, y fue el que puso.

Han de saber que en los Países Bajos, en el Imperio, y en buena parte de los países nórdicos, la fecha de inicio del año era diferente de la de los países del sur del continente, entre los que estaba la actual España.

Por estas latitudes el primer día del año era el 25 de diciembre, fiesta de la Pascua del Nacimiento de Jesús. Mientras que por el norte europeo el año no se iniciaba hasta el día de la Pascua de Resurrección.

Es decir que ellos daban mayor importancia al hecho de la resurrección del hombre, de entre los muertos, que al nacimiento del niño entre los vivos.

Un día, el de la resurrección, que si bien al principio era una fecha móvil, con el tiempo se fijó en el 1 de abril. Ese primer día abrileño marcaba el comienzo del año para ellos. Y no solo en lo religioso, también en lo civil.

Por ejemplo, en esa parte de Europa, el primero de abril de cada año era la fecha en la que se liquidaban las cuentas de aparcerías, impuestos, diezmos, etcétera.

De ahí que el pintor Caxto, cuando tuvo que poner la fecha en el techo del edificio, pusiera la que puso.

2 de enero de 1491
Porque claro, con el calendario norteño en la cabeza, para él, hasta el 1 de abril no se iniciaba el 1492, de modo que aún estaban en el año anterior, en 1491. Por eso es el que escribió.

Sobre este punto no albergo duda alguna.

En lo que respecta a si el resto del personal se dio cuenta o no, mejor les resumo lo averiguado.

Dicen que la inscripción -que corre a lo largo del arrocabe del espacio más cercano al patio del Mexuar, y en la que con rasgos góticos dorados se afirma que Granada fue conquistada por los Reyes Católicos el 2 de enero de 1491-, pasó desapercibida.

Ni los monarcas, ni todos los que se asomaron a verla de esa y de otras generaciones posteriores, parecieron comprender lo que decían (recuerden que está escrita en gótico).

De ahí que no se percataran del error, a la luz de las cuentas calendarias castellanas, y éste permaneciera. También debió ayudar la escasa iluminación que durante siglos la acompañó.

En cualquier caso unas circunstancias que cambiaron con el paso del tiempo hasta el momento que compartimos.

Así que en mi opinión no hubo error por parte del flamenco y sí ignorancia y algo de despreocupación por parte castellana. Estas cosas pasan. Y más en las fechas de las que estamos hablando.

No son pocos los errores, unos leves y otros no tanto, que conocidos y reconocidos historiadores han cometido al estudiar documentos medievales y modernos europeos, incluso ya entrado el siglo XVII.

Vigencia de calendarios
Una cuestión de vigencias simultáneas de distintos calendarios a lo largo del siglo XVI, que produjo una auténtica ensalada de fechas. 

Por ejemplo, y sin necesidad de ir más lejos, la siguiente que les pienso contar guarda relación con el mismo entorno geográfico e histórico en el que nos hemos movido.

Tiene que ver con la capitulación para la entrega de la ciudad a los Reyes Católicos, por parte del sultán nazarí Boabdil, y la fecha en la que está registrada. No es que se equivocara el autor, es que la refirió a otro calendario.






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