jueves, 23 de julio de 2015

Blur, Beagle 2, Beagle 2 y FIB

Ya de entrada les reconozco que el titular es un puzle de palabras que puede resultar algo confuso: Blur, Beagle 2, Beagle 2 y FIB. Sí, leído del tirón vaya si es así.

Pero no se preocupe, ha leído bien, tiene una repetición. Y no, no he cometido un error tipográfico.

También les admito que su contenido, en el fondo, no es más que un agregado de: cuatro (4) sucedidos; con tres (3) nexos entre ellos; pertenecientes a dos (2) mundos distintos; en el transcurso de dieciséis (16) años y que están a caballo entre dos (2) siglos.

Pero no conforme con esto y por si fuera poco, les confieso que, ahora en la forma, lo que tiene ante sus ojos es fruto tan sólo del aprovechamiento de una oportunidad temporal.

Como verán, en principio no ando muy fino que digamos. Reconozco confusión, admito “corta y pega” y confieso oportunismo. Que no parece que sean unas acciones sólidas, sobre la que asentar una entrada enrocada.

Y sin embargo lo son, se lo aseguro. O al menos a mí me lo parece.

Quisicosa de cuasiciencia
Sí. Tengo para mí que la quisicosa de hoy es buena y la cuasiciencia que le acompaña, está más que establecida. Sólo confío en saber contárselas para que así la vean y les guste tanto como a mí.

Así que vamos a lo que hemos venido.

Estoy al tanto de que algún lector avezado habrá vislumbrado de lo que va. Por si no es así, voy a escribirles sobre Música y Astronáutica. O lo que es lo mismo, sobre Arte y Ciencia. O sea, sobre Humanidades. Lo que hacemos los humanos.

Bueno, pues dicho esto y con el socorrido orden cronológico de los hechos iniciemos Blur, Beagle 2, Beagle 2 y FIB, y los nexos que les unen.

Una parrafada la del titular que no sé por qué extraña asociación de ideas, fonéticamente me recuerda a la almodovariana de Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón.

¿La recuerdan? Pues ya me dirán ustedes qué tienen que ver. Y sin embargo, a mí me lo recuerda. Está visto que cada uno es cada uno y sus cadaunadas.

Y que sin duda alguna, es complejo el mecanismo por el que los humanos establecemos vínculos. Tanto como certero es que el siglo XXI será el del estudio del cerebro y el desarrollo de la Neurología. Y a lo que vamos.

Blur y su canción Beagle 2
A grandes trazos, Blur es un grupo musical de pop británico formado en 1989, que durante la década de los años 90 se convirtió en uno de las más importantes del Reino Unido.

Con más de cuarenta millones (40 000 000) de discos vendidos en el mundo, con el paso del tiempo, ha pasado a ser una de las grandes encarnaciones del concepto indie pop.

No me hagan mucho caso, yo me quedé en el soul y algo de jazz, pero la susodicha expresión inglesa supuestamente asocia la idea de independencia con la música pop.

Un movimiento musical, el tal indie pop, que bordea o se mueve fuera de los límites de la música pop convencional y cuya popularidad en los últimos años ha ido en aumento.

Y hasta aquí por ahora, lo que les quiero contar del grupo Blur. Porque sin solución de continuidad paso a hablarles de la canción, de Beagle 2. Es el primero de los nexos, el que une grupo y canción.

Por lo que he podido averiguar la canción aparece como cara B del single de 1999, No distance left to run, cuya cara A es la canción homónima. Se trata de un sencillo extraído del álbum del mismo año y de título 13.

Hasta aquí nada especial que lo relacione con el título de la entrada, y lo haga merecedor de estar en este negro sobre blanco bloguero. Nada, salvo por un detalle. La canción fue un encargo que le hicieron. De ahí su título, Beagle 2.

Lo realizó la Agencia Espacial Europea ESA (en inglés, European Space Agency), para la misión exploratoria del planeta rojo que tendría lugar a finales de 2003.

Estamos a punto de abordar el segundo de los nexos, el que une a las dos Beagle 2: la canción y la sonda espacial.








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