domingo, 8 de marzo de 2015

Los errores de Mercator


Les dejaba el jueves pasado con el compromiso, por mi parte, de contarles los errores de la proyección de Mercator. Y les adelanté que los tenía agrupados en dos categorías: errores de extensión y errores de posición. Vayamos pues con ellos y el cumplimiento del compromiso.

Errores de extensiones continentales
Resulta que utilizando este tipo de proyección, los tamaños de los continentes no son todo lo exacto que cabría esperar. Y los países del hemisferio norte aparecen dibujados mayores de lo que son en realidad. Es algo que además salta a la vista, no más fijarse. Les ofrezco algunos ejemplos.

Si miramos la extensión de Europa y Sudamérica y luego observamos el dibujo de Mercator, nos daremos cuenta de que no hay correlación entre las cifras de sus superficies y sus tamaños en el mapa.

Los dos continentes parecen ser más o menos iguales de grandes, cuando la realidad es que Sudamérica mide diecisiete millones ochocientos veinticuatro mil doscientos noventa y seis kilómetros cuadrados (17 824 296 km2), y Europa sólo diez millones quinientos treinta mil setecientos cincuenta y uno kilómetros cuadrados (10 530 751 km2).

Es decir que comete un error absoluto de menos siete millones doscientos noventa y tres mil quinientos cuarenta y cinco kilómetros cuadrados (-7 293 545 km2) y un error relativo del menos cuarenta coma nueve por ciento (-40,9 %), ambos por defecto.

Un gazapo gráfico por tanto, a tener en cuenta, pero que resulta ser peccata minuta comparado con el que tiene lugar en el caso de África y Groenlandia. No les canso con cifras pero han de saber que, aunque aparecen dibujados casi iguales de grande, en realidad el primero es catorce (14) veces mayor que el segundo.

Tres cuartos de lo mismo pasa con Alaska y Brasil que, lejos de ser de similar tamaño, éste país es como cinco (5) veces el otro. Y más con todo el hemisferio norte, que no es a pesar de la imagen del mapa mayor que el sur, sino todo lo contrario.

Lo tendría que comprobar pero puede que el hemisferio sur sea el doble de grande en extensión.

Errores de posiciones continentales
Por los mismos motivos metodológicos que los de extensión, los mapas de Mercator presentan un error en lo que respecta a la posición que ocupan los continentes y por ende los países y diferentes accidentes geográficos.

No están sobre la realidad ovoide del planeta, donde nos indica la representación plana del mapa. No hay coincidencia entre la localización real del objeto y la virtual de la imagen.

Los países no los hallaremos donde creemos que están. Sirva como botón de muestra de lo que le digo y sin entrar en detalles cuantitativos el ejemplo de Europa y Norteamérica. Si estuviera bien realizada la proyección, deberían aparecer en el plano del mapa mucho más al norte de donde están.

Si se fija en el mapamundi, estos dos continentes aparecen centrados en el mismo, casi en el ecuador. Cuando en realidad están bastantes grados más hacia el norte.

Por eso les decía que la Mercator es una proyección que cuenta con bastantes detractores (Unesco y ONG diversas, entre otros), que aconsejan utilizar otros mapas cuyos dibujos se ajusten con más fidelidad a las áreas y las localizaciones de los continentes que representan.

Dicen que la errada desproporción no solo genera prejuicios sino que perpetúa una concepción eurocéntrica o centroccidental. Puede que sí, vaya usted a saber. Aunque sea cierto o no, la verdad es que no está mal pensado.

Y para que conste, sea por una connotación geográfica o por una social, no veo mal su queja. Máxime existiendo como existen más de cuatrocientas (400) alternativas.

Sin embargo ya ven, el de Mercator sigue siendo el mapa más popular, la versión mapamundi más extendida ¿Cómo es eso posible?, se preguntará no sin razón.

¿Por qué persiste en el subconsciente colectivo esta particular y distorsionada visión del mundo?






3 comentarios :

Anónimo dijo...

Todos los mapamundis, por definición, están distorsionados; es imposible representar la superficie de una esfera en un plano. La razón de la popularidad de la proyección de Mercator no es otra que la de permitir trazar rumbos de navegación con los ángulos correctos. Así se hacían las cartas marinas, por razones puramente prácticas, y hoy en día esa imagen distorsionada nos parece familiar. Hoy en día podemos utilizar un mapamundi para otros muchos fines, y para cada uno de ellos hay una proyección (una distorsión) más adecuada que otra. La proyección de Peters, tenida hoy en día por políticamente correcta, tiene detrás un fenómeno de marketing muy importante.

Anónimo dijo...

La proyección de Mercator no vale nada comparada co la de Peters

Anónimo dijo...

La proyección de Mercator no vale nada comparada co la de Peters