martes, 24 de febrero de 2015

Ajedrez y Educación


(Continuación) Resulta que la noticia congresista de la que les hablaba, que relaciona ajedrez y educación, es la última, al menos que yo sepa, pero no la única.

Se cumplen ahora veinte (20) años, creo que fue en 1995 cuando la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO (abreviatura de su expresión en inglés United Nations Educational, Scientific and Cultural Organization), tomó una decisión al respecto.

La de recomendar a todos los países miembros y miembros asociados, que el ajedrez fuera incorporado como materia educativa en la enseñanza primaria y secundaria.

Una incorporación que, de llevarse a cabo, afectaría a buena parte de la sociedad mundial. No en vano, el pasado año 2014 la UNESCO contaba con ciento noventa y cinco (195) estados miembro y ocho (8) estados asociado.

Mas la recomendación es del siglo pasado, ya ha llovido desde entonces y, sin embargo, fíjese con la que salimos ahora nosotros. Con una propuesta no de ley. Es como si nada se hubiera dicho y hecho al respecto, desde entonces. Qué cosas.

Pero bueno, si es el mismo Carlos Gardel quien nos canta

que veinte años no es nada  /  que febril la mirada
errante en las sombras  te busca y te nombra.


Quiénes somos nosotros para enmendarle la plana. Quién osa y para qué. Porque lo mejor de todo esto es que, el tiempo pasado, no ha desvirtuado la bondad educadora y educativa de la idea ajedrecista.


En todo el mundo educativo hay un consenso unánime sobre los beneficios que podrían aportar, en concreto en dos áreas del conocimiento, las bondades pedagógicas del ajedrez.
Dos áreas en las que, para más inri, los alumnos españoles presentan grandes carencias: matemáticas y lenguaje. Eso es lo que de forma tozuda, muestran todos y cada uno de los sucesivos informes PISA de los que tenemos noticia. 
Como seguro saben, el Informe PISA (por sus siglas en inglés, Programme for International Student Assessment) o Informe del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes, está basado en el análisis e interpretación que se hace de unos exámenes que se realizan cada tres (3) años en varios países.



A partir de ellos se lleva a cabo una valoración internacional del rendimiento de los alumnos (estudiantes y no estudiantes), y en la que los escolares españoles han obtenido una puntuación muy inferior a la media de la OCDE, tanto en matemáticas como en comprensión lectora

Con el textual adverbio “muy”, quiero decir que estamos entre diez (10) y quince (15) puntos por debajo de la media. O sea. 

Unas deficiencias que tienen influyen un aprendizaje significativo de la ciencia, me refiero a las “ciencias duras”, ya que exigen de un cierto manejo de los diferentes lenguajes, a saber: ilustrativo, textual, gráfico, matemático, tabular, etcétera. O sea que.


Perdón, la OCDE es la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos. Se trata de un organismo de cooperación internacional, cuyo objetivo es coordinar las políticas económicas y sociales de los treinta y cuatro (34) estados que la componen.
Sí, me itero. La propuesta de marra me parece que puede ser una muy buena idea a implantar. Ha pasado tiempo, es cierto, pero más vale tarde que nunca.
Que no tengan que pasar otros veinte (20) años. De modo que hágase.
Claro, que la cuestión es cómo.
Porque todo lo dicho hasta aquí no es más que teoría y nada de práctica. Y una cosa es predicar y otra dar trigo.

O del dicho al hecho que dijo aquél: que había gran trecho.

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