jueves, 25 de diciembre de 2014

Navidad y Pascuas


Así escritas. Todas con letra inicial mayúscula. Una, Navidad, en número gramatical singular y las otras dos, Pascuas y Fiestas, en plural. Y planteado el tema, empecemos por el principio.

Como seguro no ignoran, para recorrer estos caminos y no salir mal parado de sus polvos, suelo montarme en mis viejos volúmenes del Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), en su vigésima primera (21ª) edición.

Aunque también cabalgo a lomos de la versión electrónica que permite acceder al contenido de la vigésima segunda (22ª) edición y las enmiendas incorporadas hasta 2012. Y así, de una forma u otra, llego al término Navidad, de este Diccionario de la Lengua Española (DLE).

Navidad

Para los que hicimos los Bachilleres (Elemental y Superior), Navidad viene del latín nativitas-atis, de la tercera declinación, y hace referencia a la Natividad de Nuestro Señor Jesucristo. De modo que, como Jesucristo, Navidad no hay más que una.

De modo que para los cristianos sólo hay un Nacimiento, así con letra inicial mayúscula. Justo el que celebramos el día 25 de diciembre, aunque en realidad el Niño no naciera en esa fecha. Qué más da, el caso es que lo hizo.

Aunque, naturalmente, nuestro diccionario tiene otras acepciones para el término.

Por ejemplo la del ya citado día del mes, en que se celebra el nacimiento de Jesucristo en Belén. Es el 25 de diciembre para las iglesias católica, anglicana, algunas comunidades protestantes y la mayoría de las ortodoxas. Es, por supuesto, una cuestión de creencia.

O también con la palabra navidad se refiere a un periodo temporal, al “tiempo inmediato a este día, hasta la festividad de Reyes”.

O sea que Navidad, desde el punto de vista gramatical, tiene género femenino y número singular. De modo que si desea felicitarla, hágalo bien y desee Feliz Navidad.

Que es por cierto, como se ha dicho toda la vida de Dios. De pequeño, junto con mis hermanos, montábamos el nacimiento o belén y escribíamos con letras hechas con papel de “plata”: Feliz Navidad, Feliz Nacimiento.

Lo que no significa que la palabra no se pueda emplear en plural. Pues claro que sí, pero siempre que nos estemos refiriendo a más de una. Es más que evidente, así que no voy a insistir en este punto.

Se trata de una perogrullada. Comercialmente se puede establecer que: "Se harán los pagos por Navidades y por San Juan". O referido a la edad de una persona, se puede decir que "Carlos tiene ya muchas Navidades encima".

Mejor, mucho mejor, que todo lo antedicho por mí, es la respuesta del maestro Antonio Burgos:

Cuando me dicen eso de "Felices Navidades", pregunto con todo descaro pedagógico:

- ¿Ah, pero hay más de una Navidad?

- No, sólo una. Menos mal, menudo coñazo...

- ¿Pues por qué entonces pones en plural algo tan singular y dices "Navidades" en vez de "Navidad"?

Se me quedan que no saben qué responder, y se lo explico.


Bien. Pero llegado aquí, la pregunta está servida, ¿de dónde viene entonces la expresión Felices Navidades de cada año, si sólo hay una Navidad?

Pues mucho me temo que la respuesta no la tengo tan presta. Dando una larga cambiada para salir del apretón, y mientras espero la ayuda de algún amable lector, tengo para mí que se trate de un problema de traducción.

De una mala traducción de la expresión estadounidense Merry Christmas, que aunque acaba en “s”, no está en género plural sino singular, Feliz Navidad.

Ésta es mi hipótesis interpretativa al errado cambio de número gramatical, un yerro pues de traducción, de mala traducción literal.

Y de aquellos polvos del camino del principio, estos lodos navideños en los que les dejo.

Y como quien dice, sin solución de continuidad, pasamos de Navidad a Pascuas. Porque a la Navidad también se la puede llamar Pascua de Navidad o incluso, sólo, Pascua. A buen entendedor...

¡Feliz Navidad! ¡Feliz Pascua de Navidad!



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