domingo, 23 de noviembre de 2014

¿Pueden los hombres amamantar?


Sí, de nuevo una entrada sobre los pezones o tetillas de los hombres. Cinco (5) años han pasado desde entonces, así que viene bien porque, el asunto no quedó zanjado allí. Y con el tiempo han surgido nuevas preguntas, como la que intitula esta entrada.

¿Pueden los hombres amamantar? Con esta cuestión se dejaba caer la periodista Sara Zurita el pasado jueves, en la semanal cita radiofónica Cita con la Ciencia. Y yo, claro, le dije que sí, que algunos hombres pueden.

Eso fue lo que le contesté.

Porque hasta donde he investigado, el hombre es capaz de producir leche paterna y amamantar con ella a su hijo. Y aunque la cantidad sería inferior a la producida por la mujer, su uso sería del todo apto para el consumo humano.

Estoy con usted. Se trata de un hecho realmente sorprendente, pero ha de saber que no es, ni mucho menos, nuevo en la historia humana. Ni siquiera desde el punto de vista documental.

Un tema que es antañón
Parece ser que ya a finales del siglo XVIII, el polivalente naturalista Alexander von Humboldt (1769-1859), considerado ‘Padre de la Geografía Moderna Universal’, comenta en una de sus crónicas, cómo vio en Sudamérica a un hombre, dar de mamar a su hijo durante tres meses, porque su esposa estaba enferma.

Dicha queda la información, eso sí, con todas las reservas posibles. La que sin embargo no ofrece duda alguna, es la que nos aporta el naturalista inglés Charles Darwin (1809-1882), considerado ‘Padre de la Teoría de la Evolución’.

Él es quien, en El origen del hombre y la selección en relación al sexo de 1871, especula sobre la posibilidad de que ambos sexos, en los orígenes, pudieron amamantar a las crías para, posteriormente evolucionar, inactivando en los varones esta capacidad. Ahí lo pueden leer:

   “Es bien sabido que en los varones de todos los mamíferos, incluyendo el hombre, existe mamas rudimentaria. Estos en varios casos se han convertido en bien desarrollados, y han dado como resultado un suministro abundante de la leche. Su identidad esencial en los dos sexos se muestra asimismo por su ampliación simpático ocasional en tanto durante un ataque de sarampión”.

Pero, ¿cómo pueden los hombres producir leche?
Es sabido que, independientemente de que el cuerpo sea de hombre o mujer, la causante de que se produzca leche en las glándulas mamarias es una hormona peptídica llamada prolactina.

De hecho es conocida como la "hormona de la lactancia" y, por las razones ya apuntadas, en principio, sólo la produce y de forma abundante la mujer.

Ahora bien, no olvidemos que las glándulas productoras de leche, en hombres y mujeres, son las mismas. Y que algunos hombres, con ciertos desórdenes médicos, pueden llegar a experimentar un surgimiento de dicha hormona, que les haga producir leche de forma espontánea.

Así que ya ve. Es un hecho bastante singular, pero que ocurre.

Recibe el nombre de galactorrea o lactancia espontánea, y se produce también, de forma relativamente frecuente, en la mujer que puede tener secreción láctea de la glándula mamaria, fuera del período de lactancia. Si bien en este caso, se trata de un proceso benigno.

Cosa que no ocurre con el varón, en el que puede llegar a ser preocupante cuando menos.

Causas pueden provocar en el hombre la galactorrea
Entre los distintos porqués que de la lactancia espontánea, uno podría provenir de la falta de testosterona, un desequilibrio hormonal con consecuencias físicas y psicológicas a considerar.

O por una patología llamada prolactinoma, un tumor hipofisario no canceroso que estimula la producción de prolactina y por ende la secreción de leche. (Continuará)






1 comentario :

Lourdes dijo...

Hola Carlos:

Te voy a contar un motivo por el cual se produce galactórrea.

La hipófisis descansa en un compartimento que en la radiografía de perfil se parece a la silla de montar a caballo que usan (o usaban) los turcos,por lo que se le llama "silla turca".

En ocasiones puede ocurrir que la hipófisis se aplane (por un tumor, o por la entrada de liquido cefalorraquídeo), dando la sensación de que la silla turca está vacía.

Esto no va a provocar síntomas, aunque la hormona prolactina suele estar moderadamente elevada en el 10-15% de los pacientes y puede interferir con la función normal de los testículos y los ovarios. Si provoca síntomas, son: dolores de cabeza muy fuertes (a veces en el coito), bajo deseo sexual, fatiga y secreción por las mamas (galactorrea) tanto en hombres como en mujeres.