lunes, 10 de marzo de 2014

Del Treponema pallidum a la penicilina


No obstante, aunque sustentada esta revolución sexual en los cambios sociales comentados, un detalle puede que se nos haya pasado por alto.

Un factor científico de relativa importancia en la relajación que se produjo, en las costumbres sexuales del mundo occidental.

Y que proviene de la eliminación es una bacteria espiroqueta altamente contagiosa, del género Treponema, y causante de varias enfermedades al ser humano, principalmente la sífilis: la Treponema pallidum.

Una bacteria realmente muy frágil, que fuera del organismo humano no soporta los climas secos o las temperaturas superiores de 42°C, pero que en su interior resulta mortal.

Afortunadamente, esta contagiadora de enfermedades crónicas sexuales no resiste la acción bioquímica de la penicilina.

Quizás sea este antibiótico su enemigo más mortal conocido.

Se trata de una hipótesis, ésta que les expongo, que viene sustentada por un estudio realizado no hace mucho en los EEUU. En concreto por el economista Andrew Francis de la Universidad de Emory, y que está publicado en la revista Archives of Sexual Behavior. Precaución.

Según el mismo, la revolución sexual no empezó en los años 60, sino antes. Más bien pudo iniciarse en los 50 y como fruto del uso generalizado de un fármaco eficaz para combatir la sífilis: la penicilina.

Con su uso, los humanos pierden buena parte del terror que les infundía esta enfermedad. Un miedo más que justificado. Se estima que sólo en Estados Unidos, en 1939, la sífilis acabó con la vida de veinte mil (20 000) personas.

Como para pensárselo dos veces, antes de ir en busca del placer prohibido. Ya lo creo.

Pero gracias al uso de la penicilina, esa prevención se redujo y no poco. La gente podía mantener relaciones sexuales sin tener miedo a morir. Bueno ni a morir, ni a pecar.

Ya no es pecado practicar sexo fuera del matrimonio, pero esa es otra historia.

La que nos trae hoy es la que nos lleva ahora de la penicilina al Flower Power.


1 comentario :

Alejandro dijo...

Me ha gustado mucho el artículo. Sin lugar a dudas la penicilina fue un gran descubrimiento. Quisiera aprovechar y mostraros un enlace a mi web en el que hablo acerca de para que sirve la penicilina. Un saludo