lunes, 10 de marzo de 2014

De la penicilina al Flower Power


Flower Power fue la frase identificativa usada por los hippies a finales de los sesenta y principios de los setenta, como símbolo de su ideología (no violencia, libertad sexual, estudio de la filosofía oriental, uso de drogas, etcétera).

Todo apunta a que el término fue acuñado en 1965 por un poeta estadounidense Allen Ginsberg, componente de la Generación Beat de la década de los cincuenta, que ejerció gran influencia en la posterior contracultura o movimiento hippie.

Una frase o eslogan les decía, la de flower power, que tuvo fortuna.

Desde ese momento ha sido utilizada como original referente de los años sesenta, en numerosas ocasiones y lugares (películas, poesía, programas de televisión, documentales, canciones, etcétera).

Una especie de seña de identidad que hasta tuvo imagen corpórea, su propio representante entre nosotros.

Que no fue otro que el cantautor escocés Donovan, quien a mediados de 1966 estuvo en prisión unos días por posesión de marihuana; fue el primer artista británico arrestado por asuntos de drogas.

Conocida también como cannabis, entre otros muchos términos, todos hacen referencia a las sustancias psicoactivas que se consumen con distintos fines (recreativos, medicinales o religiosos) de la planta Cannabis sativa.

Quizás la sustancia ilícita más utilizada en el mundo, la regulación legal de su consumo depende de cada país, contando en todos tanto con detractores como con defensores de su despenalización.

Desde el punto de vista químico, el compuesto psicoactivo predominante en el cannabis es el tetrahidrocannabinol, también conocido por sus siglas, THC.

Sunshine Superman
En 1966 Donovan sacó al mercado musical la canción Sunshine Superman, lo hizo en su tercer álbum homónimo.

Se trata de una de las primeras grabaciones de música psicodélica, y su letra nos relata el “viaje” de un novato en el consumo de LSD.

De forma desenfadada y bonista relata, bajo los efectos del ácido, lo bien que lo está pasando, lo fuerte que se siente y la sensación que experimenta de estar más vivo que nunca.

Caución.

LSD es el acrónimo con el que era conocida una droga muy popular en los años 60 y 70, de nombre científico dietilamida del acido lisérgico aunque también se la conocía como LSD-25, lisérgida o, más comúnmente como, ácido.

Conocida por producir efectos psicológicos como alucinaciones, sinestesia, percepción distorsionada del tiempo y disolución del ego, los ensayos científicos realizados hasta el momento demuestran que el LSD no produce adicción ni es tóxico.

Precaución.



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