miércoles, 6 de noviembre de 2013

¿Por qué Messi juega como juega? (1)


Doy por sentado que sabe a lo que me refiero con el título que acaba de leer.

Él es Lionel Messi (1987), argentino y uno de los mejores con toda seguridad, si no el mejor, probablemente, jugador de este deporte de toda la historia. Juega como delantero en el F. C. Barcelona y en la selección de fútbol de Argentina, de la que es capitán.

Y el deporte, claro, es el futbol, fútbol o balompié que de esas formas, entre otras, se le conoce.

Futbol y estupidez
Un deporte de equipo, el más popular del mundo, jugado entre dos conjuntos de once jugadores cada uno e hijo de la pérfida Albión, ya que su origen moderno es inglés y de 1863.

De modo que estamos de aniversario, ciento cincuenta (150) años le contemplan.

Pero si no es así, y está al margen del significado que tienen deporte y deportista, ha de saber y tener muy presente que usted forma parte de un exclusivo, selecto y minoritario club humano.

Porque (casi) no hay lugar del mundo, donde no se haya oído hablar de uno y otro. Y no poco.

Le he hecho hincapié en lo del club, porque me ha venido a la memoria mientras escribía estas líneas, una cita futbolera del escritor, casualmente, también argentino Jorge Luis Borges (1899-1986).

Aquella que dice: “El fútbol es popular porque la estupidez es popular”. Sin comentario.

Messi, excepcional futbolista
Pero volviendo al futbolista, Messi es uno de esos pocos jugadores que, como dicen los que hablan de futbol, marca la diferencia.

Lo dicen porque él solo se basta, y casi se sobra, para hacer ganar a su equipo el partido, merced a sus extraordinarias cualidades físicas y mentales para este juego de pelota con los pies.

Es sin duda alguna, uno de los héroes más destacados de la actualidad. Y lo es porque, en todo momento sabe, primero, dónde están localizados sobre el campo, tanto él, como sus compañeros de equipo como los rivales. Y segundo, porque sabe también cómo y hacia dónde se van a mover.

Todo eso lo sabe, además, mientras está en movimiento, a la carrera, con o sin balón.

Una asombrosa y simultanea actividad mental y física -la de manejar una inmensa cantidad de información mientras está en movimiento-, que le faculta para tomar en cada momento, la mejor (o de las mejores) iniciativa en ataque, prácticamente, sobre la marcha.

Y hacerlo asimismo de forma instantánea. Eso es lo que le hace ser un futbolista singular.

Messi y la evolución
Visto desde el campo evolutivo, el cerebro de Messi es todo un prodigio de la evolución humana. Si hacemos un paralelismo, en él se dan y de forma sorprendente, no pocas de las claves del éxito adaptativo de la especie humana sobre el planeta.

Sus “virtudes futboleras” son las mismas que la selección natural ha estado potenciando en los individuos de nuestra especie desde el comienzo: manejar una inmensa cantidad de información y tomar decisiones rápidas. (Continuará)




1 comentario :

Una forofa dijo...

Cada vez me sorprende más los temas que escoge. Me encanta