miércoles, 5 de diciembre de 2012

CUADRO VIRGEN DE LOS MAREANTES (II): PINTURA DE AMÉRICO VESPUCIO (y 2)


(Continuación) Allí aparece aplicado a Sudamérica, que fue la primera de las tres Américas en ser llamada así.

En la parte superior del mapa se puede ver, a la izquierda, junto a un globo terráqueo en cuyo hemisferio se representa el Viejo Mundo, un retrato de Ptolomeo y, a la derecha, junto a un globo semejante con el Nuevo Mundo, el de Vespucio.

Más claro, agua. El error inicial fue de Martin Waldseemüller de quien, en honor a la verdad, hemos de decir que puso pronto remedio a su equivocación.

¿Por qué se terminó llamando América? Nudo 
Lo hizo en uno de los veinte (20) nuevos mapas que dibujó -con la intención de formar con ellos un verdadero atlas-, para la nueva edición latina de la Geographia de Ptolomeo.

Realizada entre 1507 y 1513, en uno de esos mapas titulado Tabule Terre Nove, Waldseemüller rectificaba la atribución del descubrimiento a Vespucio.

Desde el punto de vista geográfico, como en el de 1507, el continente se presentaba unido e independiente de Asia, pero hacía algunas correcciones en las líneas de los trópicos. Y sobre todo, ya no utilizaba el nombre de América, sino el de Terra Incognita.

En una nota aclaratoria añadía que “esta tierra y las islas adyacentes fueron descubiertas por el genovés Colón, por mandato del rey de Castilla”. Claro y contundente y, supuestamente, definitivo.

Pues no. Aunque en principio, el término América, no volvió a aparecer en mapas posteriores, unos años después, en 1520 -y por razones desconocidas, probablemente la ignorancia de la postrera corrección-, volvió a ser utilizado.

Fue en una copia que se hizo del mapa de Waldseemüller, publicada por el matemático, astrónomo y cartógrafo alemán Petrus Apianus (1495-1552), bajo el nombre de Tipus Orbis Universalis (1520).

Como vemos, el error y la ignorancia tienden a permanecer en este asunto colombino.

¿Por qué se terminó llamando América? Desenlace
Ya hemos comentado que el error interpretativo de Martín Waldseemüller, junto con el hecho de que Américo Vespucio fuera considerado el primer europeo en comprender que las tierras descubiertas por Cristóbal Colón conformaban un nuevo continente, fueron determinantes para la primera elección del término América.

Sin embargo, también hemos detallado la aclaración posterior del error por el propio Martin, y el nuevo error perpetrado por Apianus al copiarlo. Una reincidencia que, quizás, tenga su razón de ser en otras circunstancias sociales, no consideradas hasta ahora.

Por ejemplo, en la inercia que todo sistema muestra a evolucionar. Vamos, lo que coloquialmente se conoce como ley del mínimo esfuerzo. Una forma de expresar el universal principio de economía, y que consiste en realizar lo que sea imprescindible, pero con el menor de los esfuerzos.

Un asunto de supervivencia y aplicable a cualquier tipo de sistemas: animado o inanimado, individual o colectivo. Incluido, naturalmente, el que nos trae.

Pero esa parte de la historia acompañará a otro reconocimiento sevillano, relacionado con la figura y gesta colombina. Se trata de un largo jardín que lleva por nombre Plaza de América y se encuentra en el extremo sur del Parque de María Luisa.



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