miércoles, 21 de noviembre de 2012

Higgs, Bosón, Barcelona (VIII)


(Continuación) En plan científico se diría que tras la caída, el alfiler ha perdido la simetría axial en torno a su eje, que su simetría ha quedado rota. Una idea ésta de la ruptura, que se hace extensible a otros campos físicos y sistemas materiales que no sean el alfiler.

Por ejemplo, se puede aplicar a la física de partículas.

Que fue lo que hizo, a principios de los 60 del siglo pasado, el físico estadounidense de origen japonés Yoichiro Nambu (1921), quien descubrió el mecanismo de ruptura espontánea de simetría electrodébil, y por lo que recibió, de forma compartida, el Premio Nobel en Física de 2008.


Este descubrimiento fue la base para que Higgs y otros investigadores, de forma independiente, propusieran el mecanismo que sugería la existencia de una nueva partícula y que sería conocida como el bosón de Higgs.

Un concepto científico nada sencillo de explicar y entender, por su extrañeza, a pesar de la simpleza que su popularidad podría hacer pensar.

Nos lo dejó dicho el físico estadounidense J. Robert Oppenheimer (1904-1967), director científico del Proyecto Manhattan, y coloquialmente conocido como “El padre de la bomba atómica”, bien dicho, “nuclear”.

Vino a decir que: “En el campo de la ciencia aprendemos cuán grande es la extrañeza del mundo”.

Mundo, para cuya más completa comprensión necesitamos del bosón de Higgs. Una partícula donde las haya y cuyo entendimiento no está al alcance de cualquiera. Eso al menos dice su propio “creador”.

“No se puede explicar el bosón de Higgs a una niña de seis años” 
Y vamos con la segunda de las curiosidades relacionadas con la nueva partícula. En más de una ocasión, nuestro científico, no ha dudado en afirmar que es imposible explicarle a una niña de seis años lo que es esta partícula.

Aunque para personas algo mayores, y con una formación científica bachillera, propone una analogía óptica (entre analogías anda el juego bosónico) relacionada con una de las propiedades de la luz: el fenómeno ondulatorio básico conocido como refracción.

Un fenómeno que se produce cuando la luz -en realidad cualquier tipo de movimiento ondulatorio, sea éste mecánico o electromagnético- atraviesa la superficie que separa dos medios y se propaga por el segundo, modificando en el paso tanto el módulo de su velocidad de propagación como la dirección de la misma.

Un cambio que tiene lugar cuando pasa de un medio a otro de forma oblicua y el segundo de los medios es transparente.

No es que se trate de un ejemplo físico asequible para todos, pero bueno, algo es algo y, sobre todo, más que nada.

Otras influencias sociales del bosón de Higgs 
Hace un par de entregas les hablaba de la influencia que el descubrimiento de esta partícula ha tenido en distintos campos de la actividad humana. Analizados el religioso-literario y el político, daremos un breve repaso al resto, en sentido cronológico inverso. (Continuará)


1 comentario :

Un lector de ciencias dijo...

Me gusta como escribe de ciencia: riguroso pero sin excesivos formulismos