jueves, 17 de mayo de 2012

Vencejos de los cielos


Se lo decía. Son unas aves de nunca parar. Pocas hay de costumbres tan aéreas como el vencejo. Y es que en el aire comen, cogen materiales para la construcción de sus nidos, duermen e incluso copulan.

Así son. Una vez que abandonan el nido lo hacen para siempre. O casi. El caso es que es muy raro que se posen. De hecho, tan adaptados están al cielo que las patas se le han atrofiado.

Sus garras sólo le sirven para agarrarse unos segundos a las cornisas, los huecos de las paredes o las grietas en las rocas donde ponen sus nidos y no caerse. Toda una especialización evolutiva.

Dicen que los vencejos no pueden emprender el vuelo desde el suelo, y que por eso, nunca se posan. De ahí el dicho: “Es más tonto que un vencejo”, con el que queremos subrayar la torpeza de alguien. Pero no es así. Al menos, no del todo.

En su caso es sólo una dificultad derivada de su envergadura, de su gran complexión. No es justo para ellas, por tanto, compararlas con nuestro nivel intelectual.

Los vencejos pueden emprender el vuelo desde el suelo, si disponen de suficiente espacio, son adultos y están sanos. Lo que no siempre ocurre.

Por lo general, el vencejo que nos encontramos en el suelo de la calle es un polluelo caído del nido. O un adulto debilitado por falta de alimento o enfermo. En cualquier caso, incapaz de despegar.

Para estos casos conviene hidratarlos con un poco de agua y lanzarlos fuertemente en vertical. Con suerte, si no está muy débil o no es demasiado joven, alzará vuelo y volverá a surcar los cielos.

Este consejo, entre la vida y la muerte vencejera, me trae a la memoria un recuerdo de niñez. Mis mayores me decían: “A los vencejos no se les pueden matar, porque son los que le quitaron las espinas al Señor”.

Se referían al Gran Poder de San Lorenzo. El Señor de Sevilla. De la ciudad que sabe que, con su llegada, también el azahar y el pregón, los capirotes y la cera, el clavel y el capote llegan.

Porque también hay vencejos en El Arenal, el barrio torero por excelencia. No en vano en su centro se encuentra la Plaza de Toros de la Real Maestranza de Sevilla. El coso y sus vencejos.

Son vencejos pregoneros, cofradieros y taurinos. Vencejos de Sevilla.

Pero hay otros vencejos.


2 comentarios :

un sevillano dijo...

Me gustan las entradas que hace de Sevilla

Anónimo dijo...

HOY EN SEVILLA EN LA CALLE FERIA SE HABIAN CAIDO DE UN NIDO DOS CRIAS DE VENCEJO. UNO DE ELLOS ESTABA MUERTO PERO EL OTRO RESPIRABA. LO COGI Y EN EL SUELO DEJO UN RASTRO DE SANGRE DONDE TENIA EL PICO. ME DI CUENTA QUE SE ESTABA MURIENDO Y LO PUSE AL LADO DEL OTRO. LA ALTURA DEL NIDO ERA BASTANTE GRANDE Y COMPRENDI QUE NO TENIA NINGUNA POSIBILIDAD. PERO AHORA LAMENTO NO HABERLO AYUDADO. ERA DIFICIL QUE SALIERA ADELANTE PERO ME CULPO DE NO HABERLO INTENTADO.