jueves, 6 de octubre de 2011

Libro Recomendado 48: Un mundo feliz


Publicada por primera vez en 1931, Un mundo feliz es la novela más famosa del escritor británico Aldous Huxley (1894-1963).

Brave new world (título original inglés) es un viaje a través de la ciencia ficción, escrita por un adelantado a su tiempo. Una obra visionaria. Una utopía entre irónica y ambigua.

Un mundo feliz: la ironía
Nos describe una humanidad desenfadada, saludable y avanzada tecnológicamente, donde la guerra y la pobreza han sido erradicadas. Todos en este mundo son permanentemente felices.

Sin embargo, todos esos logros, se han alcanzado eliminando la familia, la diversidad cultural, el arte, la ciencia, la literatura, la religión y la filosofía. Ésa es la ironía. Ya saben. Todo por nosotros pero sin nosotros.

En esta sociedad futurista, todos los niños son concebidos en probetas, fabricados por el Gobierno mediante la reproducción artificial. La ‘fecundación in vitro’ es el único método posible.

La reproducción humana es ya, sólo, un procedimiento científico.

Y los individuos nacen genéticamente condicionados para pertenecer a una de las cinco posibles categorías de población. Cada uno tendrá su rol social, según la inteligencia predeterminada que les haya tocado.

Es decir viven separados en castas. De la más inteligente a la más estúpida son: Alpha, la élite;  Beta, los ejecutantes; Gamma, los empleados subalternos; Delta y Epsilon, los destinados a trabajos arduos.

No sólo las enfermedades están erradicadas sino que se evita cualquier tipo de dolor o preocupación. Se consume el soma, la droga legal que suministra el sistema y que evita hasta la menor de las angustias.

El resultado es que todo el mundo logra estar permanentemente despreocupado y no necesita cuestionarse nada.

‘Un mundo feliz’ es una estructura social dominada por la tecnología, que concibe al ser humano como pieza de una cadena de producción, cuyo único propósito es generar riqueza. Lo que no parece importar a nadie.

Ya saben. Manipulados pero felices.

Un mundo feliz: la ambigüedad
En un principio la novela da la impresión de que está escrita para lanzar un mensaje contra el socialismo y el comunismo. Resulta evidente al retratar a los seres humanos como piezas de una cadena de montaje.

Sin embargo, durante su lectura, se hacen notorios también ciertos apuntes contra el capitalismo y el consumismo. Aquí la ambigüedad.

Por ejemplo enseñando a los niños a odiar el medio ambiente, a la vez que se les inculca el deporte al aire libre. Eso sí, siempre que se practique con un artículo deportivo que signifique haber hecho un gasto económico.

También en los adultos aparece esta ambigüedad. No se permiten ni el arte ni la religión. La gente no puede amar, pero el gobierno incita a tener relaciones sexuales promiscuas.

A la gente se le enseña a pensar de cierta forma mientras son jóvenes y se les programa para que sean felices y disfruten el resto de sus vidas. El resultado es que la falta de moral acaba con la familia y el amor, quedando los seres humanos a merced, únicamente, de las pasiones.

'Un mundo feliz’ es la descripción de lo que sería una dictadura perfecta ya que tendría toda la apariencia de una democracia. Una cárcel sin muros de la que los prisioneros nunca pensarían en fugarse, sencillamente, porque no lo desean.

Gracias al sistema de consumo y entretenimiento, ni siquiera lo sueñan. Más que presos son esclavos, solo que ellos no lo saben.

Un mundo feliz: el futuro
En este libro visionario, Aldous Huxley, imagina una sociedad que utilizaría la genética y la clonación para el condicionamiento y el control de los individuos. Un mundo ficticio donde "la perfección" es elevada al rango de categoría.

Un punto de vista futurista que se lleva al extremo, para mostrar lo peligroso que puede ser el control y la falta de individualidad.

También nos anticipa lo que el desarrollo científico-tecnológico nos traerá. Huxley nos habla de avances.

Entre otros predice las maquinillas de afeitar eléctricas, los tejidos sintéticos, las hormonas sexuales artificiales y los cines que permiten sentir físicamente lo que ocurre en la pantalla. 

También los viajes en trenes ultrarrápidos, en helicópteros o en cohetes, la relajación con máquinas de masajes y la mezcla de aromas, colores y música.

Lo que no está nada mal. Recuerden que fue escrita hace ahora 70 años.

Sí, la ciencia ficción lleva siglos rebasando los límites de la mente humana e influyendo en otras actividades sociales. Por ejemplo en la música.

Más de una banda de heavy metal han interpretado o compuesto canciones con ese nombre. Quiero recordar las británicas Iron Maiden, que a su duodécimo álbum lo titularon de forma homónima, Brave new world, y Motorhead que tiene también una canción con ese título.

Por si quieren escuchar a Iron Maiden.


3 comentarios :

Un lector de ciencias dijo...

Gracias

Anónimo dijo...

Me gustaría que comentara más libros

un seguidor dijo...

Hace tiempo que no recomienda un libro. Vendría bien para estas fiestAS